Al tomar la pluma para recordar al camarada que ya no está poniéndole el cuerpo a las luchas con su presencia y su voz. En esos momentos, recordaba al profeta de la revolución proletaria, León Trotsky, cuando despide con mucho dolor al poeta Sergio Esenin "el que mejor le cantó a la revolución en el 1917". Dice lo siguiente, lamentablemente no lo pudimos mantener con nosotros, pero aún así, que vivan los poetas!
Yo que conocí a Leo cuando tomaba el pecho de su madre y que con mucho dolor y muchas lágrimas contenidas, le eche la primer palada de tierra despidiendo sus restos junto a tantos camaradas, les digo, el mejor recuerdo y lo mejor que podemos hacer a su memoria es hacer cada día mas grande al PTS, a quien le dedicó tantas horas de su vida, sin pedir nada a cambio.
Así proceden los revolucionarios y así te vimos camarada Leo.
Escribí esta sencilla poesía para recordarte. Espero que este a la altura que vos te mereces.
El adiós al camarada
Me cascotearon con insultos
los obreros al llegar.
Pensando que era un crumiro
que mandó la patronal.
Yo levantando la izquierda
les dije vengo a ayudar.
Donde chispea una protesta
allí me van a encontrar.
En su rabia los obreros
leones quieren volverse.
Para terminar con los burócratas
que los traicionaron tantas veces.
Se me acerco un morocho alto
con una sonrisa en la cara.
Me dijo: aquí hay un puesto de combate,
ocúpelo camarada.
Firme, fuerte, siempre alegre
traía fuego en sus venas.
En el combate yo ví
al camarada Norniella.
De improviso partió un día
dejándonos con amarguras y penas.
Los obreros de PepsiCo,
en su memoria lo llevan.
A mi me gusta cantar
no me derrotan las penas.
Siempre estará entre nosotros
el camarada Norniella.
Como viejo militante
con firmeza yo lo digo
hasta siempre camarada,
te lo expresa mi partido. |