Algunos saben, otros no. Pero este miercoles y jueves habrá paro docente en la UNLaM frente al aumento miserable que propone el gobierno en la paritaria nacional y la sub-ejecución de los presupuestos universitarios. Hoy nuevamente tenemos que defender la educación pública.
Recuerdo cómo, en el 2014, docentes y estudiantes estuvimos en las calles contra las políticas de ajuste del gobierno de Scioli. Si. Siempre la variable de ajuste somos nosotros, nuestra educación y los trabajadores. De las escuelas que se caían a pedazos durante el kichnerismo hoy no cambió nada, y tenemos odio porque ese mismo desfinanciamiento de la educación pública, que Vidal mantuvo y profundizó, ahora se llevó las vidas de Sandra y Rubén.
Como muchas, me emocioné cuando las mujeres salímos a las calles y cada vez que veía a una piba que no pasaba de los 15 años con el pañuelo verde atado a su mochila, se me plantaba una sonrisa en la cara.
Demostramos la fuerza que tenemos. Logramos imponerle a los diputados la media sanción, pero nos dimos cuenta de que para conquistar nuestro derecho al aborto tenemos que ir contra la Iglesia. Esa que tiene relaciones carnales con todos los partidos del Senado que nos negaron nuestro derecho a decidir.
Hoy cada vez más pibas atan el pañuelo naranja a su pañuelo verde, ya pasado por la lluvia torrencial del 8A. Porque sabemos que esto no se acaba acá y por eso estamos exigiendo la separación de la Iglesia y el Estado.
Hoy arrancamos un nuevo cuatrimestre pero, en esta universidad que se llenó de pañuelos verdes, no es cualquier día. Nuestros docentes están enfrentando un ataque. Por eso harán paro al igual que en decenas de universidades públicas en todo el país frente a un gobierno que les quiere imponer las migajas de una paritaria nacional del 10,8%. ¿A quien se le ocurre que se puede vivir así? Ya solo la inflación y los tarifazos se comieron el doble de eso.
Los obispos oscurantistas que trabajan para negarnos nuestros derechos cobran $40000: más de cuatro veces que los docentes que nos dan clases a todas las pibas de la UNLaM, las que somos parte de esta arrolladora marea verde.
Hoy nosotras tenemos que salir por ellos. ¿Por qué tenemos que soportar que se sub-ejecuten los presupuestos universitarios y les paguen una miseria a nuestros docentes, mientras los amigos empresarios del gobierno fugan miles de millones de dólares y nosotros pagamos fortunas al FMI?
Toda esa plata de la deuda podría ir a las escuelas, que están en condiciones deplorables, que terminan hasta con la muerte de sus trabajadores, y a pagarles un salario digno a nuestros docentes, que todos los días se ponen al hombro la educación pública.
Las pibas no vamos a dejar que ataquen nuestra educación. Tenemos que ser parte de esta pelea. Tenemos la fuerza y ya lo demostramos. Al gobierno, los partidos clericales, la Iglesia y los rectores que negocian presupuestos miserables y precarizan en pasantías a todos los estudiantes como yo, que trabajaba en el call center de la UNLaM como monotributista y pelee contra ellos junto a mis compañeros, les vamos a cantar “Ahora que si nos ven” también en nuestra universidad. |