Diferentes organizaciones sociales y políticas se movilizaron por el centro neuquino. El amplio repudio y rechazo a la instalación de una base de "ayuda humanitaria" financiada por el ejército de Estados Unidos en la zona de la Autovía Norte, logró que por el momento se pusiera un freno a su construcción.
Varias acciones lograron frenar esta iniciativa. Concentraciones de repudio en el lugar donde se realizaría la construcción de la base, la coordinación en una multisectorial y finalmente la movilización del pasado viernes.
Durante todo este tiempo el gobierno del MPN sostuvo que la base tendría un carácter humanitario, solamente para defensa civil y preparada para eventuales catástrofes. Lo que no dicen es que permitiría la injerencia norteamericana en la región, a pocos kilómetros de Vaca Muerta, una de las reservas de petróleo y gas más importantes.
Durante el mes de mayo la Embajada de Estados Unidos había enviado a una delegación de técnicos a Neuquén para darle continuidad a la construcción de la sede del Comité de Emergencias en Neuquén autorizada por el ex gobernador Jorge Sapag en el año 2012. Esta obra ya se había frenado anteriormente por polémica desatada en Chaco, donde obras similares fueron denunciadas por tratarse de bases militares.
Una mayor militarización y avanzada sobre la soberanía nacional
Desde la banca del PTS-Frente de Izquierda se presentó un proyecto en la Legislatura de Neuquén instando al Poder Ejecutivo Provincial a prohibir la ejecución de obras de la Embajada de Estados Unidos en la meseta de la ciudad de Neuquén, para la construcción del Comité de Emergencias de Neuquén (COE), con fondos donados por el US. Southern Command, bajo la figura de ayuda “humanitaria.
Hace apenas pocos meses numerosas organizaciones políticas, sociales y de DDHH repudiaron la decisión del Ministerio de Seguridad de Nación en acuerdo con el gobierno provincial, del envío de 400 gendarmes a la zona.
Bajo el discurso de “reforzar” la seguridad en la Patagonia buscan blindar el ajuste y los ataques en curso con mayor injerencia militar y/o policial, como vimos con el decreto de Macri que quiere sacar a los milicos a la calles. En el caso de la provincia de Neuquén el objetivo tiene diferentes aristas. Por un lado garantizar un mayor control sobre los recursos naturales y estratégicos en la región y por otro continuar con la intimidación que sufren nuestros pueblos originarios y en particular el pueblo mapuce en la Patagonia.
Tanto el gobierno nacional como provincial pretenden una escalada de militarización. Cada ataque a las libertades democráticas, cada despliegue de fuerzas represivas, es siempre contra el pueblo trabajador. La construcción de la base actualmente está en stand by pero dependerá sin dudas del rechazo activo en las calles, que continué sin hacerse efectiva. |