Este jueves, tal y como estaba previsto, se realizó en la ciudad de Trelew la Marcha Nacional en defensa de la Educación. La masiva convocatoria fue a las 18 h y se concentró en la peatonal Gazín para luego dar lugar a la movilización que culminó en la sede de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco (UNPSJB). Diversas agrupaciones estudiantiles, sindicales de docentes y no docentes tomaron la palabra en el acto que se realizó en las puertas de la UNPSJB.
Representantes de la CTA, CTA Autónoma, Sitrajuch, Sadop, ADU, No Docentes de la Universidad, Centro de Estudiantes de la Escuela Nacional Vial n° 2 (que actualmente llevan más de 100 días de ocupación pacífica), Centro de Estudiantes de la Facultad de Económicas, Centro de Estudiantes de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales, Centro de Estudiantes de la Facultad de Derecho, Movimientos Sociales, entre otras. Todos saludaron la gran convocatoria que se movilizó en defensa de la educación pública, hablaron de unidad, de experiencias que los estudiantes enfrentan día a día en su paso por la universidad pública aunque no se hizo alusión a un verdadero plan de lucha que frene al gobierno y no pueda seguir avanzando con el ajuste en educación.
Lo cierto es que año a año son cientos los estudiantes que ingresan a la universidad pública y que por los recortes presupuestarios, la falta de inversión en becas y recortes en el boleto educativo se van quedando fuera de las aulas por no tener los recursos para poder acceder (y permanecer) o recurren a trabajos donde se ven sumamente precarizados y las ilusiones de un título de grado se alargan en el tiempo o no se ven materializadas.
No solo los bolsillos de los trabajadores son atacados, sino que se está viendo vulnerado el derecho a la educación de los hijos de la clase obrera. La universidad pública es una conquista que los trabajadores logramos históricamente en las calles con organización y lucha.
En la marcha por la educación las agrupaciones del PTS quedaron censuradas
Una vez más los militantes de las agrupaciones del PTS (La Marrón y En Clave Roja) nos hicimos presentes en defensa de la educación pública que se convocó como marcha nacional y habiendo confirmado nuestra presencia a los organizadores nos excluyeron de los oradores con distintas excusas. Esto no es casual, siendo que en la toma del Ministerio también tuvimos diversas trabas por parte de la burocracia sindical para hablar. La burocracia podrá cantar por “la unidad de los trabajadores” pero ¿de qué unidad hablan si no todas las voces fueron escuchadas?.
Es la misma burocracia que no hizo nada cuando en la toma del Ministerio se impidió que hablara Sergio Maldonado y se solidarice con la lucha docente. La misma que arregló con el Gobierno provincial un acuerdo salarial a la baja, tuvo su micrófono abierto. Pero nosotros, que venimos bancando las luchas obreras en las calles no parecemos ser dignos de participar y exponer. Esta falta de transparencia democrática en la participación en los espacios políticos es una clara muestra de que a la burocracia no le gusta lo que tenemos para decir.
Y sí, sentimos que quedó mucho por decir. Este problema no nace hoy ni se termina en 2019, como la cúpula sindical nos quiere hacer creer. Los derechos de los trabajadores están siendo avasallados hoy y una organización sólida como la que demuestra Astilleros Rio Santiago puede hacerle frente a este gobierno ajustador. Así también como lo demostraron las miles de mujeres en las calles el último 8A. El ajuste que plantea Macri, el FMI y los gobernadores lo enfrentamos en las calles y organizados.
Si el Estado tiene plata para pagarle más de $ 130 millones de salario a los obispos y “hacer caridad” arreglando iglesias por varios millones, entonces plata hay, lo que está claro es quienes somos los que pagamos las consecuencias del ajuste que plantea el gobierno. Por eso es necesaria la separación de la Iglesia del Estado para avanzar con la conquista de los derechos de las mujeres, de los trabajadores y la juventud.
Muchos hablan de 2019, pero nos queda mucho 2018 por delante. Con un gobierno que juega a la timba financiera, donde los sueldos en los últimos días se devaluaron aún más. La burocracia habla de unidad y sigue sin plantear un plan de lucha para enfrentar el ajuste.
Por eso es inexcusable que tengamos organizaciones estudiantiles que junto a los obreros lleven adelante un plan de lucha para enfrentar el ajuste, no basta solo la unidad en una marcha, sino que necesitamos asambleas abiertas y democráticas que canalicen el descontento popular en organización. |