Este viernes, el Gobierno se reunió con los gremios docentes universitarios en la sede del Palacio Sarmiento. Estuvieron presentes el ministro de Educación, Ciencia y Cultura, Alejandro Finocchiaro, Danya Tavela (Secretaria de Políticas Universitarias), y representantes de Conadu, UDA, Conadu Histórica, FAGDUT y FEDUN.
El sindicato Conadu, de conducción kirchnerista, aceptó la oferta oficial. La misma implica una suba de entre un 24 % y un 26 %, hasta octubre, según la categoría, e incluye sumas remunerativas no bonificables. También habría una cláusula de revisión, de acuerdo a Índice de Precios al Consumidor de diciembre del 2018.
Se trata de un acuerdo escandaloso dado que implica una pérdida salarial que podría alcanzar cerca del 20 % en función de la inflación calculada por el mismo gobierno. No extraña entonces que el ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro se halla mostrado más que conforme.
Desde la izquierda, Christian Castillo, docente universitario y dirigente del PTS en el Frente de Izquierda, criticó duramente la decisión. "Conadu se sumó a Fedun en la aceptación de una propuesta que implica una pérdida de salario de casi el 20 %, con respecto a la inflación calculada. Además, aceptó la incorporación de sumas en negro, contra la conquista que logramos los docentes en el 2005, que trasladaba al salario básico el conjunto de las sumas no remunerativas", señaló.
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"Aún en la Conadu hay asociaciones de base que rechazaron el acta, pero la conducción kirchnerista hizo lo posible para que se acepte cuando la movilización iba en ascenso, con mucho apoyo estudiantil. Es falso el argumento de los dirigentes de que una negociación del salario a la baja pueda fortalecer la lucha por el presupuesto", agregó Castillo.
Precisamente, entre los gremios provinciales que rechazaron el acuerdo están Córdoba y Rosario, que son dos de las organizaciones más grandes dentro de la Conadu.
La conducción kichnerista de Conadu defendió el acuerdo señalando que el mismo prevé dos claúsulas de revisión en diciembre y febrero de 2019. Sin embargo, las mismas no implican ninguna obligación para el gobierno ni garantizan un aumento automático tal como implicaría una claúsula gatillo. Por otro lado, al mismo tiempo, se trata de momentos del año en los que no existe la posibilidad de que los docentes recurran a medidas de fuerza para defender su salario ante la devaluación.
El acta también implica una partida de $ 50 millones para "atender la situación" de los docentes que trabajan ad honorem, es decir gratis. Sin embargo, la suma alcanzaría apenas para unos 600 docentes en todo el país. Una cantidad ínfima si se tiene en cuenta que solo en la UBA hay miles en esa situación.
La decisión de la conducción kirchnerista de Conadu, con este acuerdo, además le hace un favor al gobierno nacional en un momento en se empieza a discutir el Presupuesto 2019 en el Congreso Nacional.
Por su parte, el gremio Conadu Histórica rechazó el acuerdo.
Los estudiantes siguen movilizándose en las universidades públicas y los colegios universitarios, con clases públicas, manifestaciones y tomas.
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