Trump se enfrenta a las principales potencias. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llevó por primera vez a la ONU el año pasado su "America first" ("Estados Unidos primero"), una expresión de su política exterior que busca privilegiar los intereses de la principal potencia mundial por sobre los acuerdos globales de los últimos años, y este año tiene previsto redoblar su apuesta.
Según adelantaron desde la Casa Blanca, Trump centrará su discurso en defender la “soberanía nacional” del imperialismo estadounidense frente al multilateralismo. De la mano del actual presidente, Estados Unidos optó por retirarse del pacto nuclear con Irán y del Acuerdo de París sobre cambio climático, considerados los convenios internacionales más importantes de los últimos años.
También se retiró del Consejo de Derechos Humanos de la ONU acusando a ese organismo como hostil con el estado de Israel, en la misma sinfonía desafiado el consenso internacional sobre Jerusalén al reconocer a esa ciudad como capital del Estado sionista. Además no reconoció el Pacto Global para la Migración negociado este año y ha recortado fondos para presionar repetidamente a Naciones Unidas.
Esto se da en el marco de las crecientes tensiones en las relaciones con sus socios tradicionales como Canadá y los países europeos y ha iniciado una guerra comercial con China, mientras que Pekín trata de aprovechar el aislacionismo estadounidense para ganar influencia exterior.
Irán contra Estados Unidos: el gobierno estadounidense se retiró del acuerdo nuclear sellado en 2015 y volvió a imponer sanciones a Irán. Se espera que EE.UU. aproveche una reunión del Consejo de Seguridad que Trump presidirá esta semana para volver a la carga.
El gobierno de Irán está tratando de salvar el pacto nuclear y, junto a ello, su economía con la ayuda de Europa, pero el futuro del convenio está en el aire.
Mientras, el conflicto regional entre Irán, la gran potencia chií, y Arabia Saudí, suní y aliada de Washington, sigue agudizándose, con una guerra indirecta en Yemen y repetidos choques.
Corea del Norte: El acercamiento entre Pyonyang y Washington ha sido uno de los mayores sucesos internacionales del último año, pero ha ofrecido pocos resultados concretos.
Luego de las primeras negociaciones, actualmente el avance en los acuerdos se encuentran parados. El gobierno de Trump quiere aprovechar la Asamblea de la ONU para relanzarlas, con un nuevo encuentro con Corea del Norte para tratar el abandono de su programa nuclear.
Además, el presidente surcoreano, Moon Jae-in, se reunirá con Trump para trasladarle un mensaje de parte del norcoreano Kim Jong-un, con quien se vio la semana pasada en otra histórica cumbre. Trump mantendrá reuniones en Nueva York con Moon y con el primer ministro japonés, Shinzo Abe, y ocupará también una sesión del Consejo de Seguridad.
La guerra en Siria: como viene sucediendo desde el inicio del conflicto, Siria volverá a transformarse en uno principales focos de atención en las reuniones de los jefes de Estado y de Gobierno en la ONU.
La gran ofensiva gubernamental tras un pacto entre Rusia y Turquía pone a la provincia de Idlib en el principal foco. El último bastión opositor al gobierno de Al Assad tiene un futuro incierto dado que Damasco ha prometido recuperar todo el territorio y en esa zona se han hecho fuertes algunos grupos opositores como el Frente al Nusra.
Desde que las protestas contra Al Assad, como parte de la primavera árabe, fueron ahogadas en una guerra civil con la intervención de las principales potencias, las situación Siria parece difícil de resolverse de forma estable.
La ofensiva contra Venezuela: Si bien aún no se ha confirmado la presencia del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en Nueva York, la situación del país estará muy presente en la Asamblea.
Alineados con la política de la derecha venezolana y Estados Unidos, varios países latinoamericanos han tomado la iniciativa y han organizado varios encuentros sobre la crisis que atraviesa Venezuela, buscando una mayor injerencia sobre el país, además de tratar la migración masivo de venezolanos a naciones vecinas.
Los cancilleres de Argentina, Colombia, Chile, Paraguay y Perú tienen previsto reunirse para firmar un escrito pidiendo a la Corte Penal Internacional (CPI) que abra una investigación sobre crímenes de lesa humanidad en Venezuela. Estos gobiernos derechistas buscan aumentar la presión contra el presidente Nicolás Maduro para forzar su salida y lograr una mayor injerencia en los asuntos del país beneficiando los intereses de las multinacionales.
La ofensiva del Estado de Israel contra los palestinos: La situación de los palestinos volverá a ser clave en la asamblea de Naciones Unidas. En especial por los ataques israelíes contra los palestinos, imponiendo de hecho un apartheid contra la población árabe, y las medidas que ha tomado el Estado sionista que busca avanzar con sus políticas colonialistas, con el apoyo de Estados Unidos.
El traslado de la embajada estadounidense a Jerusalén ha hecho evidentes además las fisuras en el consenso internacional y todo permanece a la espera de que Washington desvele su esperada nueva propuesta de paz.
Mientras tanto, la ONU encuentra dificultades para garantizar el funcionamiento de su Agencia para los Refugiados Palestinos (UNRWA), golpeada por la decisión de EE.UU. de cortar su financiación. |