Al rededor de 1500 funcionarios y en su gran mayoría funcionarias del Hospital Clínico de la U. de Chile, han mantenido durante 14 días paralizadas sus funciones. Un paro indefinido que se desató por los 8 años de falsas promesas por parte de la Dirección del hospital.
Como resultado de su organización, convicción y cohesión interna han resistido dos semanas, en las cuales han avanzado en puntos de su pliego como recuperar los cortes de clase y los bienios de su carrera funcionaria, así como iniciar en el grado 22 en la escala de sueldos en un período de dos años y no a siete, como inicialmente proponían desde el directorio de la institución.
Sin embargo, estas promesas antes fueron incumplidas y exigen ("para hoy y no mañana") un bono reparatorio de 200 mil pesos líquidos ante la oferta de la dirección que propone uno de 100 mil e imponible, costo que para el hospital sería de un aproximado de 300 millones, muy por debajo de los 6000 millones mensuales que funcionarios aseguran ingresan por las prestaciones del establecimiento y que cubren altos salarios de profesionales médicos, teniendo congelados los de técnicas, auxiliares y administrativos.
En tiempos en que empresarios despiden o reducen salarios como en el ferrocarril de Antofagasta o despiden al amparo del artículo 161 como en Komatsu Reman; así como lo vienen mostrando estos sectores de trabajadores de la industria, se hace necesario forjar la unidad entre todos los sectores de trabajadores y funcionarios, en coordinación, para resistir estos embates de la clase empresarial y salir a marchar juntos exigiendo planes de lucha en las movilizaciones del 24 de octubre (NO+AFP) y el 8 de noviembre (CUT).
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