Esta reforma implica la eliminación de más de 800 horas de clase y la reducción horaria de materias específicas de distintas modalidades, lo que conlleva al despido y cese de cientos de docentes.
El protagonismo fue de lxs pibxs que junto a decenas de centros de estudiantes de toda la región y la provincia invadieron las calles al grito de “la educación del pueblo no se vende, se defiende”.
Este proyecto de reforma se enmarca en un ataque constante a la educación pública por parte de Macri y Vidal que este año empezó con el intento de cierre de las escuelas de isla y escuelas rurales, el cierre de los bachilleratos de adultos, siguió con el ataque a los Equipos de Orientación Escolar, sumándose las paritarias a la baja, la nefasta calidad del Servicio Alimentario Escolar y los graves problemas en infraestructura, que tuvieron como consecuencia el crimen social de Sandra y Rubén.
Pero, además, la reforma a las técnicas encubre distintos aspectos de la reforma laboral que aún el Gobierno no llevó al Congreso pero que profundiza la precarización y la inestabilidad laboral, reduce la plata destinada a cargos docentes, recorta la oferta curricular y ataca la calidad educativa.
Esta reforma está a tono con lo que el Gobierno intenta hacer en el Astillero Río Santiago, atacando a los trabajadores y vaciando una empresa estatal que resistió las privatizaciones de los 90, transformándose en un emblema de lucha.
¿Qué hacer para ganar?
A pesar de los contundentes golpes del Gobierno, ni las conducciones de Suteba ni la Ctera se han esforzado en llevar adelante un plan de lucha serio que permita derrotar los ataques sistemáticos a la educación pública. Mientras desarrollan la idea que "hay 2019" y ponen mucho empeño en movilizar a Luján a escuchar una misa, el plan del gobierno, el FMI y los gobernadores avanza afectando la vida de millones de trabajadores y sus familias.
Las medidas aisladas y por sector sirvieron para fragmentar a la base docente cuando la realidad demuestra y exige otra cosa: luchar en unidad con todxs lxs trabajadorxs y estudiantes que quieren enfrentar el ajuste.
Las fuerzas están y la hemos demostrado en cada paro que hemos hecho más allá de los descuentos que recibimos. Lxs docentes estamos cansadxs de cobrar una miseria y trabajar en malas condiciones.
Todos estos ataques encargados por el FMI el Gobierno los quiere hacer pasar a costa de represión, como lo demostró el 24 de octubre cuando votaron las media sanción del presupuesto de ajuste. Lxs docentes tenemos mucha bronca pero hay que organizarla.
No hay tiempo que perder
El próximo desafío es el 14 de noviembre, cuando el senado trate la ley del Presupuesto 2019.Para ese día hay que organizar desde ahora mismo, exigiendo que todas las conducciones convoquen a asambleas a una masiva movilización, junto a los estudiantes, la juventud precarizada, y las familias de los pibes.¡La lucha es ahora! | 
