En las últimas horas trascendieron las terribles imágenes sobre el colapso de un puente en la localidad salteña de Santa Victoria Oeste, lindante con Bolivia, que ocurrió en la madrugada del lunes 9. Pero las incesantes lluvias y la crecida descontrolada del río San Felipe no sólo arrasaron con el puente, sino que se llevaron la vida de al menos dos niños de 2 y 3 años, mientras se busca el paradero de una mujer embarazada y otro niño. Las lluvias y las deficiencias estructurales de la provincia provocaron, una vez más, la pérdida de todas sus pertenencias para miles de familias. El gobierno de Urtubey responde con represión a los que salen a reclamar.
En la cuidad de Oran , el viernes por la noche mil personas salieron a las calles a reclamar la falta de servicios básicos, como luz y gas, la primera respuesta del gobierno fue la represión, que dejo 12 heridos. Hoy el gobernador dio una conferencia de prensa en la que planteó medidas para responder a lo sucedido en la ciudad, como créditos a los comerciantes afectados por la falta de luz, y la instalación de centrales eléctricas para varias ciudades del interior.
La semana pasada,cerca de 30 familias del barrio El Recreo, en la localidad de Cerrillos, sufrieron una nueva inundación a raíz del desborde del río Ancho. El agua comenzó a entrar a sus viviendas y convirtió las calles en ríos. Aislados y sin poder salir, muchos comenzaron a sacar el agua de sus casas. A raíz del desborde los vecinos de los barrios 2 de Abril, Santa Ana y Leandro Alem también sufrieron la inundación de las calles. "
En el norte de la provincia varias ciudades están asiladas, y llevan más de tres días sin luz y sin gas
La Salta que hace apenas un mes saltó a la tapa de todos los diarios hoy vuelve a ser noticia. Si en ese momento Urtubey dijo que "Cada fallecimiento golpea como el único. Yo no me puedo amparar en las estadísticas y decir que ahora se mueren menos chicos que antes. La pobreza está infantilizada en la Argentina. Afecta a tres chicos por cada adulto. Y en Salta no lo hemos resuelto, pero estamos trabajando para eso, para bajar a un dígito la mortalidad infantil. Además tenemos el problema de la heterogeneidad cultural, esencialmente con los wichis. En los hospitales de la zona estamos poniendo médicos bilingües para llegar mejor a estas poblaciones"...¿Qué podemos esperar ahora?
El 1M, el gobernador acompañó la apertura de las sesiones, mientras CKF hablaba de los avances en la salud pública, nada dijo de las muertes por desnutrición en el norte argentino, ni que la mayoría de las comunidades de los pueblos originarios no tiene acceso a los servicios básicos. Tampoco dijo nada sobre cómo en los últimos días, cientos de familias se quedaron sin nada debido a las inundaciones.
El problemas de las inundaciones y sus consecuencias en la provincia no es nuevo; todos los años se inundan ciudades y pueblos, con aludes que arrasan con todo lo que hay a su paso, familias se quedan sin nada y tienen que volver a empezar.
Lo que no puede hacer Urtubey es echarle la culpa a la naturaleza, desde hace años diferentes organizaciones viene denunciando el obsceno negocio del gobierno con las empresas que se dedican a la siembra.
En el otro bando está Romero, que aunque use al principal medio de comunicación de Salta para mostrar la miseria de los pobres y cómo el urtubeisismo es responsable, tiene entre su prontuario el vínculo con el narcotráfico y la iglesia,
la pobreza estructural, el asesinato de varios luchadores sociales o la represión salvaje a las docentes, como en aquella “Noche de las tizas”, cuyo décimo aniversario está por cumplirse el próximo abril.
Salta es una de las provincias con mayores niveles de deforestación del país. Los desmontes en la provincia aumentaron considerablemente: durante 2007, en plena discusión parlamentaria de la Ley de Bosques, la provincia de Salta autorizó el desmonte de más de cuatrocientas mil hectáreas. Dejando sin tierras y vivienda a pobladores de comunidades aborígenes. En Tartagal la represión y persecución a los que resisten ser desalojados es un sello de este gobierno.
Las inundaciones no son un fenómeno natural, sino "crímenes sociales”, colectivos, como los llamaba Engels, porque son producto de la desidia de este sistema no sólo por los grandes negocios que benefician sus propios intereses engordando sus cuentas bancarias, sino por la falta de obras públicas, la inversión en vivienda y salud. Son a estos políticos a quienes no parece generarles ningún tipo de conmoción la muerte de los niños como las sucedidas en el día de ayer. |