Ayer el FMI volvió a enviar señales de respaldo a Mauricio Macri y el plan económico que lleva adelante, diseñado en Washington D.C. y adoptado "llave en mano" por el equipo económico encabezado por Nicolás Dujovne (en el Ministerio de Hacienda) y Guido Sandleris (en el Banco Central).
El portavoz del organismo, Gerry Rice, señaló que ve "buen progreso hasta ahora". Aunque el ajuste profundizó el hundimiento económico, el Fondo ve al país encaminado a "restablecer el crecimiento".
"Claramente el nombre del juego ahora es implementación. Tenemos el acuerdo sobre el programa. Definimos las medidas. Y creo que tomamos impulso. Ha habido buen progreso hasta ahora, pero estamos en el arranque", afirmó Rice.
El organismo confía en la capacidad del programa para impulsar el crecimiento, aunque hasta el momento ha logrado todo lo contrario: la baja del gasto y los aumentos de las tasas de interés, agravaron el desplome de la economía, que arrancó su caída con la sequía que pegó en el agro, y la continuó con los efectos de las turbulencias económicas creadas por la corrida y fuga de capitales.
Pero para el organismo, podríamos decir parafraseando a un expresidente argentino, "estamos mal pero vamos bien". "Creo que lo que diría es que en el FMI estamos confiados de que una firme implementación de las políticas que constituyen este programa junto con un fuerte apoyo de la comunidad internacional permitirán ciertamente a la Argentina retornar a la estabilidad macroeconómica y alcanzar su potencial económico para beneficio de todos los Argentinos, que es el objetivo, por supuesto", sentenció Rice. Seguramente no piensen lo mismo quienes se vean afectados de avanzar el compromiso del gobierno, incluido en el memorándum de entendimiento, de avanzar con nuevas contrarreformas previsionales.
En el juego de señales múltiples, el jueves fue el turno de los guiños favorables hacia la administración de Macri por parte del FMI. En el documento difundido el viernes de la semana pasa, en cambio, el staff del organismo exponía sus reparos sobre las perspectivas de la economía argentina, como una forma de cubrirse si fracasa el programa acordado con Macri.
Entre otras cosas, el staff del FMI señala que "la deuda es sostenible, pero no con una probabilidad alta". También advierte por el posible impacto recesivo del ajuste, lo cual puede conspirar contra las metas fiscales.
No hace falta demasiada especulación para concluir cuál de las dos evaluaciones puede ser, en la propia evaluación del FMI, la más realista. Aunque premian con felicitaciones al alumno cumplidor, y apuestan a sostener a Macri hasta octubre de 2019 con un crédito ampliado que para la fecha de las elecciones habrá completado casi USD 50 milllones (lo cual sin embargo no asegura que el Tesoro pueda hacer frente a todos los compromisos de la deuda, dependerá del refinanciamiento de los acreedores), también se cubren para poder decir, en el caso probable de fracaso, "yo te avisé".
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