Desde el Estado español hasta en países como Argentina, donde se han celebrado “huelgas de mujeres” el pasado 8 de marzo, hemos seguido este importante acontecimiento para el movimiento feminista de Alemania e internacional. Hablamos con dos jóvenes de Brot und Rosen.
Lilly Freytag: Estuvimos presentes más de 300 mujeres este fin de semana en Göttingen, que venían de Berlín, Munich, Frankfurt, Köln, Augsburg y muchas ciudades más. Éramos mujeres trabajadoras, jóvenes precarias, estudiantes. Algunas hasta trajeron a sus hijos. Muchas de nosotras somos estudiantes, de las cuales trabajamos en empleos precarios por ejemplo en la gastronomía. Algunas de las presentes ya tuvieron experiencia de huelga, como en la lucha de los trabajadores estudiantiles en las universidades de Berlín. Había testimonios de enfermeras de Bavaria que quieren hacer huelga.
Algunas sindicalistas también se hicieron presentes, como también mujeres refugiadas de distintos países. Entre las mujeres mayores había algunas, que habían organizado una huelga de mujeres en Alemania ya en el 1994 y nos podían contar de esas experiencias. También había figuras importantes de otros países, como la feminista reconocida Selma James de Inglaterra, una activista del Estado español, una trabajadora de Tailandia que está luchando contra la dictadura militar y una referente del movimiento de mujeres kurdas en Alemania.
¿Es la primera vez que en Alemania se celebra un Encuentro estatal de mujeres?
Narges Nassimi: Sí, es la primera vez que nos encontramos a nivel estatal. Es un gran paso, porque con ese encuentro, los debates sobre la huelga que estábamos dando en algunas ciudades, podrán extenderse a todo el país. Desde hace meses que venimos haciendo preparativos y reflexiones por ciudad sobre este tema.
¿Cómo nace la idea de hacer una huelga de mujeres el 8M en Alemania?
Lilly Freytag: Muchas de las mujeres en Alemania se entusiasmaron mucho con las imágenes de la huelga de mujeres del Estado Español el 8 de marzo de 2018. También las experiencias de Argentina nos inspiraron mucho, sobre todo la lucha para la legalización del aborto, porque la cuestión del aborto también está en la agenda política en Alemania. El aborto no es legal, sólo despenalizado en los primeros tres meses y con restricciones a los médicos. Con el auge de la derecha en los últimos años los médicos que lo practican son criminalizados cada vez más. Por ello es cada vez más difícil para las mujeres poder abortar. Eso despertó mucha bronca en muchas mujeres.
¿Es posible que el movimiento de mujeres esté canalizando la bronca de otros sectores sociales frente a la crisis y el auge de la extrema derecha?
Narges Nassimi: Sí, es posible que así sea y que, inspirado en países como Estado español y Argentina, se refuerce este movimiento. Nos damos cuenta cada vez más que la crisis también toca a Alemania. Eso se ve en el auge de la derecha que no solo ataca a los y las inmigrantes pero también a todas las mujeres, en la creciente represión contra la izquierda, sobre todo el movimiento kurdo y los refugiados, de parte de la policía y el Estado y el aumento masivo de la precariedad, sobre todo de las mujeres.
Por otro lado, a las mujeres en Alemania no nos sirve absolutamente en nada que durante los últimos 13 años una mujer haya gobernado el país. Al contrario, ella y su gobierno capitalista e imperialista nos atacaron a nosotras y especialmente a las mujeres en todo el mundo con programas de recortes y austericidas, hacia otros países y la exportación de armas. La llamada “crisis de refugiados” ha afectado especialmente a la clase trabajadora migrante y a las mujeres Eso nos demuestra la necesidad de luchar juntas, jóvenes, trabajadoras, inmigrantes, refugiadas… y con todas las mujeres del mundo. Que la huelga de mujeres sea coordinada y realizada internacionalmente es entonces una motivación importante.
¿Cuáles son las perspectivas, de ahora en más, respecto a la preparación de una “huelga de mujeres” en Alemania?
Narges Nassimi: Nuestro reto es que la huelga de mujeres pueda prepararse en lugares concretos, sobre todo en los centros de trabajo. Eso sería importante para que más trabajadoras puedan participar en la lucha con sus propias reivindicaciones. La huelga en los centros de producción, de servicios, en todos los centros de trabajo es fundamental para la mayoría de las mujeres, las trabajadoras. Que se paralice todo y realmente cuestionemos al capitalismo, tiene que ser una que ataque a la alianza de capital y patriarcado. También en los centros de estudios, en las universidades. Con la huelga de mujeres tenemos definitivamente la posibilidad de estar a la ofensiva y hablar de asuntos que realmente afectan a la mayoría de las mujeres, las pobres, las jóvenes, las inmigrantes.
Nosotras, las mujeres de Brot und Rosem, planteamos la necesidad de retomar las problemas que nos afectan a muchas de nosotras y que en los últimos años inspiraron algunas luchas. Uno de ellos, sería por ejemplo la cuestión del derecho al aborto, exigiendo la derogación de todas las leyes que nos impiden el acceso al aborto y que criminalizan a los médicos que practican. También la demanda de más personal en los hospitales y mejores condiciones de trabajo para las enfermeras, parteras, las mujeres de la limpieza, etc.
Otra cuestión importante que se está debatiendo es sobre las tareas de cuidados, y cómo visibilizar en la huelga de mujeres nuestro “trabajo no remunerado”, que realizamos la gran mayoría de mujeres trabajadoras y las amas de casa. Contando así con esa “doble carga” de trabajo que los capitalistas se ahorran. Por ello, la huelga también tiene como reto plantear reivindicaciones como guarderías gratuitas a cargo de la patronal y el Estado en centros de trabajo durante las 24 horas o residencias para personas dependientes gratuitas. Una gran necesidad para las trabajadoras y las mujeres refugiadas.
Destacamos además la necesidad de construir comités en los lugares de trabajo, en las escuelas, universidades y los campos de refugiados, para preparar la huelga, debatir los problemas concretos y votar todas las decisiones en asambleas. Con eso también podemos presionar a las direcciones de los sindicatos para que llamen a la huelga y movilicen a sus afiliados y a toda la clase trabajadora, porque hasta ahora sólo hablan pero no hacen nada.
Lilly Freytag: Otro debate que hay es sobre si la huelga deber ser mixta o no. Nosotras creemos que es importante que las mujeres nos propongamos tejer alianzas con todos los sectores de la clase trabajadora, para que en la huelga de mujeres del 8M realmente paralicemos la totalidad de los servicios de transporte y telecomunicación, las fábricas, los centros de producción para y por las reivindicaciones de las mujeres. Si nuestros compañeros trabajadores y la juventud apoyaran activamente nuestra huelga de mujeres, cuestionando también el machismo dentro de los centros de trabajo y estudio, le daremos un golpe fuerte al centro de este sistema patriarcal, aliado al sistema capitalista. Un sistema que se nutre de la división a base de múltiples opresiones, de género, de raza, para sostener los pilares del sistema de explotación. |