En una clara actitud de censura la entrega de premios del 33 Festival de Cine de Mar del Plata se realizó solamente a través de las voces de los conductores y se prohibió la palabra a cada uno de los realizadores premiados, tampoco se dejó leer los fundamentos de los jurados.
Es una práctica habitual en todos los Festivales del mundo, sean de cine, música, danza o cualquier disciplina artística, que al momento de recibir algún premio, los artistas puedan expresar sus agradecimientos, dedicatorias y opiniones, sean de lo que sea. Pero el miedo a recibir críticas a las políticas actuales, que ya se vienen expresando por distintos medios, fue la causa por la que los funcionarios prohibieron la palabra a los artistas.
El Festival ya había comenzado con un abucheo al ex ministro Avelluto en la inauguración, mientras él hablaba de una imaginaria situación de crecimiento del sector, muchos de los realizadores, técnicos y artistas presentes que viven día a día las dificultades para producir, intentaban expresarse para desnudar esta mentira. A su vez se realizó en Mar del Plata una conferencia de prensa todas las asociaciones de directoras y directores en donde se cuestionó la política actual del Incaa.
Con distintas movilizaciones, comunicados, encuentros y actividades los realizadores vienen denunciando desde el comienzo la orientación de ajuste y de un “cine de negocios”. El plan es atacar al cine independiente y que ganen las grandes productoras, es modelo que la gestión de Haiek impulsa. Esta actitud de censura es un paso más en este sentido y fue ampliamente repudiada por el sector:
El silencio. Una decisión lamentable y repudiable. Roger Koza |