Como bien es sabido, una de las principales promesas de campaña del magnate y presidente de Estados Unidos, Donald Trump, es crear un muro fronterizo que “proteja” el territorio estadounidense, así como una serie de leyes que recorten los derechos de los migrantes que ya radican en él.
Su plan que fue presentado en enero de este año y rechazado, ahora vuelve a la palestra y este domingo Trump anunció por Twitter que volverá a incluirse en el plan presupuestal de 2019 que será enviado al Congreso, con el fin de que se vuelva a discutir, excluyendo el tema de los dreamers y el DACA.
Trump exige más de 25 mil millones de dólares para “reforzar” las fronteras norte y sur, así como para aumentar la infraestructura migratoria y del departamento de seguridad nacional, con la contratación de más jueces y fiscales, así como un aumento en las deportaciones sin importar la nacionalidad al ser detenido como inmigrante ilegal, acabando con los proyectos de reunificación familiar y el sorteo de visas.
En ese marco, el diario El Financiero, entrevistó a un funcionario del departamento de seguridad nacional de manera anónima, quien afirma que está por otorgarse la facultad a los elementos militares que resguardan la frontera para "proteger" al personal de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés), facultad que hasta hoy aún no tienen.
Es decir, después de las elecciones intermedias Trump había moderado su discurso, sin embargo ha vuelto a la ofensiva, tras duras menciones de sus críticos quienes dijeron que su odio xenófobo y política de militarización fronterizas sólo fueron para movilizar a su base de apoyo electoral.
No parece ser casual que estos anuncios lleguen justo cuando la Caravana Migrante que ha pasado por el territorio nacional el último mes empieza a llegar a los pasos fronterizos de Tijuana y Mexicali, donde 7 mil personas aproximadamente esperan poder cruzar la frontera con Estados Unidos y se espera que en los próximos días sumen más de 10 mil migrantes.
Las causas del éxodo centroamericano son variadas, pero en todo caso está cruzada por la crisis económica, humanitarias y de seguridad que los gobiernos de la región, todos impuestos y afines al gobierno de EE.UU. han provocado para las grandes mayorías. |