Tras la represión orquestada este domingo por parte de la Patrulla Fronteriza estadounidense en contra de un grupo de migrantes que, desesperados, buscaron cruzar la línea fronteriza con Tijuana, la Secretaría de Gobernación mexicana anunció la detención y deportación de 98 personas.
A través de su Instituto Nacional de Migración (INM), el gobierno mexicano insistió en criminalizar los intentos de los migrantes por llegar a los Estados Unidos, adjudicando estas deportaciones al "comportamiento violento" de "un grupo de migrantes" en contra de Agentes Federales de Migración y Policías Federales apostados en la garita de El Chaparral.
Según anunciaron autoridades mexicanas, reforzarían la presencia en la frontera de elementos de la Policía Federal.
Alegando que se han puesto a disposición de la caravana información sobre cómo realizar el trámite para solicitar refugio, el gobierno mexicano insiste en su propuesta para facilitar "empleo" a migrantes en territorio mexicano y en que "respeta los derechos de los migrantes". Sin embargo, durante la noche de este 25 de noviembre, la Policía Federal inició un operativo de “registro de nacionalidades” así como un conteo de los migrantes que quedaban en los albergues de la ciudad de Tijuana.
Fotos: Alina Duarte, Telesur
Para continuar con el control de la caravana migrante, reportan desde los albergues que desde las 7:00 am aproximadamente se encuentran rodeados dichos espacios por la Policía Federal, así como por cuerpos antimotines, evitando la salida de los migrantes.
Reportes que señalan que en los alrededores hay decenas de camiones blancos identificados como los que se usan para transportar a quienes comenzarían un proceso de deportación, contradicen cualquier intento del gobierno mexicano de aparecer con un rostro humano de cara a la crisis que se concentra hoy por hoy en la frontera norte.
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