Hace una semana el partido de extrema derecha que dirige Santiago Abascal anunciaba el acuerdo con el Partido Popular para gobernar en Andalucía. Al momento se encendían las alarmas del movimiento de mujeres, del movimiento LGTBI, del movimiento antirracista y las organizaciones que luchan por los derechos de los inmigrantes, trabajadoras y trabajadores.
Como parte de esta oleada de repulsa al pacto de las derechas se han celebrado este lunes más de un centenar de concentraciones en todo el Estado organizadas por numerosas organizaciones feministas y de mujeres.
La primera cita de la agenda feminista de 2019 adelanta que este va a ser un año en el que el movimiento de mujeres será de nuevo protagonista.
En Madrid, la concentración que empezaba a las 19 horas ha sido un clamor masivo, llenando hasta el desborde la Puerta del Sol contra el pacto de PP, C’s y Vox y en especial contra las medidas reaccionarias y antiderechos que propone el partido de Abascal contra las mujeres y las personas LGTBI.
Miles y miles de voces gritando como una sola garganta lemas como "PP, Cs y Vox: españolitos, machistas y franquistas. "No pasarán" llenaban el kilómetro 0 de fuerza y determinación.
La convocatoria se convirtió en un gran acto de denuncia contra la justicia patriarcal, contra las violencias machistas y contra la amenaza de ataque a los derechos conquistados. Una respuesta clara y rotunda que se sentía en el grito de "no pasarán", "ni una menos" y "las calles son nuestras".
En Barcelona la concentración que empezaba a la misma hora ha sido también multitudinaria, haciendo pequeña la Plaza Sant Jaume con más de 4.000 personas.
En la protesta de la capital catalana se han podido ver numerosas pancartas dirigidas hacia los partidos de derecha y extrema derecha y contra el sistema patriarcal como "No es un caso aislado, es el patriarcado", o por la defensa de los derechos de las mujeres como "Ni un paso atrás en los derechos".
La jornada de protestas había comenzado por la mañana, con las primeras movilizaciones en las ciudades andaluzas. A las 12 del mediodía, miles de personas se manifestaban en Sevilla ante las puertas del Parlamento andaluz donde tenía lugar la sesión de investidura de Juanma Moreno al grito de "Ni un paso atrás" y "No negociamos".
Otras ciudades de la comunidad andaluza como Granada o Málaga también salían masivamente a la calle para protestar ante el pacto de Gobierno y en defensa de los derechos de las mujeres.
Lo mismo ocurría por la tarde en decenas de ciudades de todo el Estado como es el caso de Bilbao, Zaragoza, Valencia, Burgos, Valladolid, Palma de Mallorca o Ibiza, entre muchas otras.
Una jornada que ha una vez más ha movilizado al movimiento feminista en las calles en defensa de los derechos de las mujeres y contra el reaccionario pacto de Gobierno en Andalucía.
El programa de medidas reaccionarias, racistas, misóginas, LGTBIfobas, españolistas y represivas de PP, Cs y Vox propone expulsar masivamente a los inmigrantes, reforzar la xenofobia institucional, reprimir aún más al pueblo catalán, derogar la Ley Integral de Violencia de Género, prohibir el derecho al aborto en cualquier supuesto, promover formas de familia tradicionales y perseguir judicialmente a las mujeres que hagan denuncias sobre violencia de género. Un programa “antiderechos” patriarcal, racista y capitalista para liquidar conquistas sociales de millones de personas.
Pero ante esta nueva amenaza contra nuestros derechos, es necesario evitar caer en la trampa de elegir entre el “mal peor” y el “mal menor”, como propone Unidos Podemos. Mientras el gobierno “progresista” del PSOE dice defender los derechos de las mujeres, mantiene los acuerdos con la Iglesia, a la que financia con dinero público, mientras que no hay financiación suficiente para un plan profundo contra la violencia machista o implementar educación sexual integral en la educación pública. Es el gobierno que defiende a la banca, mientras miles de mujeres siguen siendo desahuciadas de sus casas por no poder pagar el alquiler.
Al mismo tiempo, no podemos cerrar los ojos ante el hecho de que con el gobierno del PSOE siguen funcionando los CIES (verdaderas cárceles para inmigrantes), se siguen haciendo “devoluciones en caliente” en las fronteras, las policías municipales persiguen a los manteros en ciudades de los “ayuntamientos del cambio” como Madrid y Barcelona, y el Gobierno cierra la salida al Open Arms para que continua con sus tareas de salvamento en el mediterráneo.
El autodenominado gobierno “progresista” del PSOE no es una alternativa para enfrentar a la derecha y la extrema derecha.
Ante el crecimiento de esta extrema derecha reaccionaria, el movimiento de mujeres tiene un enorme desafío: desplegar nuestra fuerza en las calles, profundizar la movilización y fortalecer las alianzas con el movimiento antirracista, los colectivos de inmigrantes, la clase obrera, el movimiento estudiantil, las pensionistas y los movimientos sociales por la vivienda. Sólo así se puede hacer frente a estos monstruos de la extrema derecha que se nutren del fango dejado por las políticas neoliberales de los políticos del PP-Ciudadanos y el PSOE. |