Se trata de profesionales en su mayoría mujeres veterinarias, médicas, kinesiologas, trabajadoras sociales y psicólogas, que trabajan entre 65 y 80 horas semanales en los hospitales en los Hospitales de Bariloche, Cipolletti, Bolsón, General Roca, y en las sedes de la Residencia en Salud Mental: Sierra colorada, Beltran, General Conesa y Viedma. El paro pudo hacerse efectivo solo en Bariloche ya que ATE no hizo el anuncio que respaldara a las y los trabajadores en otras localidades que evitara represarias.
La forma de contratación de las residentes de todo el país es una forma de encubrir la contratación mediante trabajo precarizado dentro del Estado. El sistema de residencia encubre el trabajo no formal mediante la utilización de la modalidad “becarios”, aludiendo a que se trata de formación en servicio, cuando en realidad son las y los residentes quienes sostienen con su extensa jornada laboral los hospitales públicos.
En el caso de Río Negro, las residentes denuncian que no perciben aportes jubilatorios, obra social, aguinaldo, ni antigüedad y que no han recibido aumentos como sí lo han hecho los profesionales de planta. Consideran esto una clara muestra de discriminación salarial y piden la revisión del contrato incluyendo una actualización salarial.
El sistema de residencias esconde una formación universitaria incompleta, las y los profesionales deben someterse a la precarización a fin de contar con su título de especialista. No todos los profesionales que se reciben ingresan a la residencia, para ello se rinde un examen que deja por fuera a la mayor parte de los profesionales, un régimen meritocrático que genera divisiones al interior del sistema de salud y entre los propios trabajadores. Quienes ingresan a la residencia, soportan extensas jornadas laborales, incertidumbre en cuanto a la continuidad laboral año a año, múltiples presiones para “pasar de año” y continuar teniendo trabajo. Quienes no ingresan, deben conformarse con trabajar ad honorem en el sistema de concurrencias, sin viáticos y seguro de mala práxis.
Desde el PTS proponemos la jornada laboral de 6 horas, 5 días a la semana para residentes, de este modo podrían ingresar al sistema muchos más profesionales que quieren capacitarse y trabajar en el hospital público. Estamos en contra de toda forma de precarización laboral ya que consideramos que las condiciones de las y los trabajadores son fundamentales para poder brindar un servicio de salud de calidad.
El sistema de salud tiene cada día más rostro de mujer. La feminización de las tareas laborales en salud genera que la explotación laboral profundice la opresión de género. Las mujeres también somos las quienes hacemos uso de los hospitales públicos, quienes exigimos el aborto legal en los mismo. El viernes 1 de febrero, en el marco del paro y actividades convocadas por las compañeras del hospital zonal, desde la Asamblea Ni Una Menos Bariloche, se realizará un pañuelazo por el efectivo cumplimiento de la ley de aborto no punible, a las 16 horas en la plaza de los pañuelos, Bariloche.
Desde Pan y Rosas y el PTS en el Frente de Izquierda llamamos a toda la comunidad de Río Negro a abrazar la causa de los y las residentes. Porque no podremos tener acceso a la salud si las y los trabajadores se encuentran precarizados, si no tienen las suficientes horas de descanso, si se encuentran preocupados por su continuidad laboral. Mientras millones de pesos se fugan en pago de deuda, el ajuste recae sobre nosotros, el pueblo trabajador. Por eso decimos: Inmediata solución a los reclamos de las y los residentes ¡Plata para salud y educación! No para el pago de la Deuda. |