El personal embarcado nucleado en el Sindicato Obreros Marítimos Unidos (SOMU) viene desde principios de enero cumpliendo sus labores a reglamento, en reclamo de una recomposición salarial del 45 % y en rechazo a los cambios en el convenio colectivo de trabajo.
Eso es lo que pretenden, a cambio del aumento salarial, la Federación de Empresas Navieras Argentinas (FENA) y el Ministerio de Producción y Trabajo que les había dictado la conciliación obligatoria ni bien empezaron las medidas.
Tras cumplirse el miércoles más de un mes de negociaciones, siendo acatadas todas las instancias de conciliación y no llegando a un acuerdo, el gremio marítimo se encontraba nuevamente trabajando a reglamento desde las 0 del miércoles. Esto quiere decir que cumplen la jornada de 8 horas y luego se retiran.
Por las tareas que cumplen muchas veces están 24 horas, meses embarcados, lo cual hace que la medida tanto en navegación como en los puertos trastorne la operación marítima y produzca pérdidas millonarias a las patronales.
El Ministerio de Producción y Trabajo dictó una nueva conciliación obligatoria luego de que la cámara patronal anunciara despidos e intimaciones a quienes cumplían la medida.
Desde el SOMU emitieron un comunicado en el que dicen: “nuestra responsabilidad institucional nos lleva a acatar esta arbitraria medida de Conciliación Obligatoria; lo grave es que se está sentando un antecedente judicial al reconocer la autoridad ministerial despidos, que la empresa aduce, y cuyo procedimiento vulnera la normativa existente, cuando lo que implementamos desde las 00 hs. del jueves fue la decisión de aplicar la jornada Legal de trabajo, la cual consta de 8 horas diarias”, dijo Daniel Mereles, Secretario Adjunto del gremio, en referencia a los correos electrónicos con cartas de despido que recibieron los trabajadores marítimos por parte de empresas nucleadas en la FENA, sin el telegrama legal.
El sindicato de los marítimos rechaza los cambios en el convenio laboral que ya han firmado otros gremios del sector como el Centro de Capitanes de ultramar resignando conquistas y adicionales.
Desde el gremio afirman que, mas allá de lo salarial, la discusión viene por los convenios: “El SOMU no está dispuesto a entregar los convenios colectivos y negociar a la baja derechos laborales. En este conflicto el tema paritario pasa a un segundo plano para el gobierno; nos están obligando a firmar convenios a la baja, cosa que no vamos a hacer. Como recientemente textiles y metalúrgicos, hoy nos toca decir que no a la Reforma Laboral en nuestro sector”.
La Federación de Empresas Navales Argentinas (FENA) en un comunicado declara que el sector que representa se encuentra en crisis sobre la medida de trabajo a reglamento. “El desabastecimiento de combustible y mercaderías de primera necesidad; impedir el normal ingreso y egreso de buques de carga; afectar el turismo por la dificultad de arribo a puerto de los cruceros de bandera extranjera, especialmente en el Puerto de Buenos Aires; exposición a peligros en buques que transportan productos inflamables; afectación de la carga a granel de commodities”, dijeron.
Asimismo, a raíz de la protesta, finalizan el comunicado diciendo que “se produce un importante deterioro a la seriedad de la operatoria de los puertos argentinos que, en algunas ocasiones, ha provocado que dichos buques no ingresen más a nuestros puertos. El costo de operación promedio de un buque es de u$s 30.000 diarios. Los buques afectados hasta el momento son 70, supone un estimado de u$s 2.000.000 diarios y en lo que va de la medida de fuerza (cinco días) fueron u$s 10.500.000, sin contar las pérdidas ocasionadas a las terminales portuarias y al comercio exterior e interior argentino”.
Sin proponérselo, la cámara patronal reconoce en el comunicado las tareas importantes y de riesgo que hacen los marítimos que muchas veces pasan meses embarcados sin ver a sus familias y como afecta la protesta a el movimiento de cifras millonarias que tienen sus empresas navieras nacionales o extranjeras que continúan con ganancias en dólares y los salarios de los marítimos licuados por la devaluación. |