Este domingo se están realizando elecciones presidenciales en El Salvador. Nayib Bukele, ex militante del gobernante Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), encabeza las diversas encuestas con porcentajes muy marcados sobre sus más inmediatos competidores, Carlos Calleja de ARENA y Hugo Martínez del FMLN.
La distancia es tan amplia que la principal duda estaría en si Bukele puede ganar en la primera ronda o si será necesaria una segunda ronda.
Es la primera vez en tres décadas que podría triunfar un candidato que no es de ARENA o FMLN, los partidos que se alternaron en el gobierno. Estas elecciones reflejan las tendencias que se manifiestan a nivel internacional: el hundimiento de los partidos tradicionales, que es el resultado de la crisis de las formas hegemónicas propias de neoliberalismo de los noventa y de la primera década del 2000, y que han dado pie al surgimiento de diversas expresiones de extrema derecha de muy diversos matices, desde Trump y Macron, hasta Bolsonaro y Erdogan.
Bukele, ex militante del FMLN, expulsado de éste por agredir a una militante del mismo partido, optó por realizar una alianza con el partido GANA, vinculado a sectores militares de extrema derecha, cuya cúpula incluso tiene escándalos de desvío de fondos de ONG.
Es la primera vez en tres décadas que podría triunfar un candidato que no es de ARENA o FMLN, los partidos que se alternaron en el gobierno.
Además de ello, se negó a dar entrevistas o participar en debates, lo que sembró dudas sobre cuáles serán las posiciones que tomará en distintos ámbitos, en un país con tasas muy altas de migración y de violencia.
Elecciones blindadas por 23,300 agentes de la Policía Nacional Civil
Sin embargo, algunas de las declaraciones públicas de Bukele permiten ubicar su posicionamiento derechista. En particular en el terreno internacional, donde su llegada al gobierno modificaría el curso del gobierno anterior. Por ejemplo, su condena a Nicolás Maduro y reconocimiento al “gobierno” de Guaidó en Venezuela, o su posición de retomar relaciones diplomáticas con Taiwán, por oposición a China, tal como había hecho el gobierno del FMLN.
En estas elecciones se espera una participación superior a la anterior elección, donde hubo un abstencionismo del 48%, una de las más altas de Centroamérica. |