En el marco de la Mega Causa sub zona 15 , este miércoles 6 de febrero se reanudaron las audiencias con testimonios de familiares de los actores Gregorio Nachman y Luis Conti. Detenidos y desaparecidos el 19 de junio de 1976.
En 1961, al ganar el concurso de director del Teatro de la Universidad, Gregorio Nachman se mudó a Mar del Plata donde desarrolló una prolifera actividad teatral y artística.
Su militancia en la cultura se hizo cada vez más fuerte en los ’70. Durante el verano de 1975 y 1976, Gregorio estaba en la compañía en el teatro Atlantic con Alicia Bruzzo y Alberto Closas, pero los lunes cuando era el descanso del personal, se convertía en director y actor para hacer “Un despido corriente”, de Julio Mauricio, donde se denunciaba el secuestro, torturas y asesinato de un obrero de Peugeot.
A los 46 años el reconocido actor y director fue detenido en una oficina de su padre de avenida Colón casi San Juan, donde juntaba ropa de cama para darle asilo a su su hermana, que había arribado a la ciudad con sus hijos, escapando de los militares cordobeses.
Eduardo Nachman, hijo de Gregorio y uno de los testigos que se presentaron este miércoles, reclamo ante los medios “apostamos a una justicia que juega a favor de la impunidad. En el tiempo transcurrido después de 42 años no solo perdimos a muchos de los nuestros, perdimos a mi mamá y mi hermanita; se van yendo también los genocidas libres”.
En un post de facebook además hizo público un informe de DIPBA (Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires) en el que aparece señalado su padre como “proclive a sustentar ideología de izquierda.
En un emotivo cierre de su testimonio ante el tribunal, Claudio Nachman declaró acerca de la desaparición de su padre “Cada uno de los tres hermanos tenemos problemas cardíacos. Es que nos rompieron el corazón”.
De los 43 genocidas juzgados, pertenecientes a las fuerzas conjuntas: Ejército, Armada, Fuerza Aérea, Prefectura y Policía de la Provincia de Buenos Aires; 13 ya han sido condenados anteriormente y los otros 30 no tienen condenas en causas de lesa humanidad.
Durante 2019 se espera que den su testimonio otros de los 500 testigos. El reclamo se mantiene firme entre familiares y organismos de Derechos Humanos. Ni reconciliación ni olvido. Cárcel común, perpetua y efectiva para todos los genocidas. |