La memoria popular recordará la letra del tango que reza “en un mismo lodo, todos manoseados”.
Y cuando se dice “todos”, son “todos. Este lunes por la noche Elisa Carrió corrió en defensa de Carlos Stornelli. La denunciadora serial -nunca con pruebas fehacientes y siempre dejando de lado a sus amigos del macrismo-, intentó desviar el eje de la denuncia contra el fiscal, afirmando que existía una operación creada por ex funcionarios kirchneristas presos.
Hay que recordar que el fiscal del CuadernoGate está denunciado por pedir una coima al empresario Pedro Etchebest, por medio del abogado D´Alessio, quien se pasea a gusto y peachere por el juzgado de Claudio Bonadio.
Carrió no fue la única en afirmar la existente de esta operación. Joaquín Morales Solá, en su última columna editorial dominical en La Nación, planteó el mismo argumento. Por su parte, Clarín dedicó la columna de uno de sus principales editoriales y varios titulares destacados a lo largo del lunes y el martes.
La adalid de la república, como gusta presentarse a Carrió, se presentó a l Poder Judicial para que se investigue la supuesta operación. Lo hizo en base a información que le llegó anónimamente y contenía la transcripción de escuchas telefónicas, tomadas ilegalmente a esos detenidos. De las mismas se deduciría que esos ex funcionarios estaban al tanto de la acusación contra Stornelli.
Sin embargo, diversos medios y periodistas demostraron este martes que esas escuchas habían sido realizadas con posterioridad a la denuncia de Etchebest. Es decir, las conversaciones grabadas ilegalmente no se ajustarían a los hechos de la presunta operación.
Lo endeble de la posición de Stornelli quedó en evidencia este martes cuando, finalmente, tuvo que denunciar a D´Alessio por defraudación. El fiscal intenta desligarse del abogado que pidió un soborno en su nombre. Pero lo hizo varios días después de conocida la denuncia y cuando la principal crítica hacia él radicaba en no llevar adelante esa acción.
La denuncia contra Stornelli está radicada en el juzgado de Dolores, bajo la mirada del juez Alejo Ramos Padilla, hombre de clara cercanía al kirchnerismo. Este martes, el magistrado solicitó al jefe nacional de los fiscales, Eduardo Casal, que se investigue a Stornelli.
En cuanto a la denuncia de Carrió sobre la operación, una vez ingresada a Comodoro Py, recayó (¿casualmente?) en el juzgado de Claudio Bonadio. Ahora será el fiscal Gerardo Pollicita -otro hombre cercano al macrismo- quien investigará si ex funcionarios kirchneristas presos armaron una operación política contra Stornelli. Para ello citará a declarar Carrió ya que, según ella, fue la destinataria de esa denuncia anónima.
Parece que así arranca la campaña electoral. Donde lo más probable es que tampoco falte el condimento de los servicios de inteligencia. Recordemos que el mismo Marcelo D´Alessio había afirmado trabajar en el ministerio de Seguridad que dirige Patricia Bullrich, cuestión luego desmentida. Además su nombre está asociado a la DEA.
Todos buenos muchachos. Se tiran con denuncias y figuras de la casta judicial, que se venden al mejor postor, encuentran en miembros relevantes de Cambiemos y en grandes diarios que adhieren a su proyecto, una defensa acérrima. Una herencia recibida de la era kirchnerista de la nadie parece renegar.
Si no hay pan, que haya circo. |