El líder de la oposición en el Reino Unido, el laborista Jeremy Corbyn, indicó este lunes que su partido "propondrá o respaldará" una enmienda en favor de un nuevo referéndum sobre la salida británica de la Unión Europea (UE).
El Partido Laborista indicó que presentará una cláusula para ser sometida a votación el próximo miércoles en el Parlamento, en la que pedirá a los diputados que apoyen formar una unión aduanera "permanente" con la UE, según un comunicado.
Si ese plan alternativo se rechazara, los laboristas "cumplirán con la promesa" de apoyar un nuevo referéndum, según detalló el portavoz para el "brexit" de la formación, Keir Starmer.
La declaración de Corbyn llegó a una semana de que siete diputados laboristas anunciaran que abandonaban el partido, para unirse días más tarde a un grupo que se fue del partido conservador para formar una coalición de centroderecha.
Con la defección de esos diputados, el laborismo sintió por primera vez los efectos de la crisis del Brexit en su propia formación tras meses en que los golpes habían sido recibidos centralménte por los conservadores, y en particular por la primer ministra Theresa May.
Hasta el momento Corbyn se había negado a convocar a un nuevo referéndum ya que una parte de la base histórica del partido, muchos de ellos trabajadores que perdieron bajo las políticas neoliberales aplicadas por los tories y el nuevo laborismo de Tony Blair, fue seducido por las variantes populistas de derecha y votaron por la salida del Reino Unido de la Unión Europea. Es por eso que las definiciones de Corbyn sobre el Brexit y sobre un posible nuevo referéndum venían siendo tan difusas.
Incluso Momentum, la organización basada en comités que se formó en torno a la figura de Corbyn con mucho peso juvenil, tampoco le dió mayor peso a la idea de un nuevo referéndum alegando que la clave era llegar al gobierno para aplicar políticas anti austeridad.
Sin embardo la salida de los diputados laboristas parece haber sido un punto de inflexión que terminó de decidir a Corbyn por aceptar la opción de referéndum en caso de que la sangría continúe sin solución a la vista, que es lo que viene ocurriendo.
El líder laborista justificó su decisión en la resolución que había tomado la Conferencia partidaria que septiembre pasado que decía: "En caso de que el parlamento rechace el acuerdo propuesto por los tories para un Brexit o las conversaciones terminen sin acuerdo, la Conferencia cree que esto constituiría una pérdida de confianza en el gobierno. En estas circunstancias, el mejor resultado para el país es una elección general inmediata que pueda barrer a los conservadores del poder. Si no podemos obtener una elección general, el Partido Laborista debe respaldar todas las opciones que quedan en la mesa, incluida la campaña para una votación pública".
Con esta decisión el laborismo busca poner a May contra las cuerdas. Corbyn aseguró que ester miércoles los laboristas votarían a favor de la moción para retrasar la fecha de salida de la UE, prevista para el 29 de marzo, y asegurar que Reino Unido no abandonará las instituciones comunitarias sin un acuerdo. Esta moción fue presentada por May como una forma de ganar tiempo en las negociaciones.
Todo parece ser parte de una maniobra de tres pasos de parte de los laboristas para mostrarse a la ofensiva. Junto con el respaldo a esta moción de May impulsarían la de formar una unión aduanera "permanente" con la UE, y finalmente la de un nuevo referéndum. Sin duda un presente griego para May que ya estpa hace tiempo ubicada en el centro de ese huracán llamado Brexit. |