Hasta el momento solo seis provincias cerraron las paritarias. El Gobierno de Mauricio Macri buscó la foto del comienzo de clases en todo el país. Pero no logró, más allá de la pauta oficial en sus diarios amigos.
Las y los docentes pararon en rechazo a la burla del ministro Alejandro Finocchiaro, quien propuso un salario nacional de $15 mil, cuando la canasta familiar supera los $26 mil. El ajuste, la inflación y los tarifazos se siente muy fuerte en las escuelas, tanto en los trabajadores de la educación como en las familias de la comunidad educativa.
Los chicos y las chicas van con hambre al colegio. En muchos casos la de la escuela es la única comida caliente que reciben y sufren diariamente el drama de que sus familias ya no pueden pagar el gas o la luz.
Los comedores escolares son de pésima calidad y las familias de los estudiantes están siendo despedidas y muchos pibes y pibas de secundaria tienen que trabajar muchas horas o en trabajos precarios, y muchos de ellos y ellas dejan de estudiar.
La política del Gobierno y el FMI es muy clara. Es un gran saqueo a nuestros recursos y a la educación pública. El presupuesto nacional que el Gobierno aprobó con la ayuda del peronismo ajustó un 77 % en materia de infraestructura cuando las escuelas se caen a pedazos. Tuvimos el crimen social en el que dejaron su vida Sandra y Rubén en la escuela de Moreno.
El Presupuesto 2019 contempla una rebaja del 68 % en edificios para jardines, algo que es muy sentido para millones de mujeres que necesitan llevar a sus hijos desde los primeros años. El propio presidente Macri había prometido la construcción de tres mil jardines. También se recortó un 39 % en formación docente y un 60 % en programas socioeducativos, que son para los estudiantes más vulnerados, además de una rebaja del 35 % de becas estudiantiles.
Discursos “combativos” al servicio de las listas del PJ
En la movilización a Plaza de Mayo de este miércoles convocada por la Ctera, su secretaria general Sonia Alesso repasó varias de las medidas de ajuste que el Gobierno está realizando, desde las tarifas y los despidos, hasta la represión a los que salen a pelear por su fuente de trabajo. Pero no dijo en ningún momento por qué pasaron, desde la asunción de Macri a esta parte, todas estas medidas de ajuste que están sufriendo los trabajadores.
Hay que decirlo claro. La conducción kirchnerista de Ctera tiene responsabilidad, así como el conjunto de la CTA que dirige gremios importantes. Nada hubiera impedido, con la bronca que hay en las escuelas y las pésimas condiciones en que están, que desde un inicio se peleara seriamente contra estos planes del FMI.
El año pasado, luego del crimen de Sandra y Rubén, la conducción de Suteba se limitó a medidas aisladas sin coordinar una lucha provincial contra María Eugenia Vidal. Y se dejó pasar sin lucha las votaciones del presupuesto educativo, los inicios de clases, siguiendo por diferentes ataques a la educación pública como a los profesorados. Así, van pasando una tras otra.
Los discursos son discursos, pero lo cierto es que esta conducción logró imponer el “Hay 2019” dejando pasar cada ataque, esforzándose en posicionar al peronismo para estas elecciones.
Cabe destacar que la conducción es parte de los armados políticos del Partido Justicialista como en la Provincia de Buenos Aires, donde Roberto Baradel y Hugo Yasky (presentes en el palco este miércoles) participaron junto a los que ellos denominaban hasta hace un tiempo “traidores”, como los intendentes de Massa, y la burocracia sindical de Héctor Daer. Un tren fantasma.
¿Alguien coherente se imagina que Daer, Massa, Urtubey, Pichetto, Perotti o algún otro está interesado en mejorar la educación pública? ¿No fue suficiente el estado de las escuelas que dejó el excandidato Daniel Scioli?
Por eso, nada dijeron del terrible problema del saqueo que representa tener al FMI dirigiendo el país y el pago de la deuda externa que es ilegal, ilegítima y fraudulenta. Porque sus dirigentes políticos, como el propio exministro Axel Kicillof, se juntó con el Fondo Monetario para garantizarles que su espacio seguirá pagando pesito a pesito, endeudando hasta los hijos de los trabajadores argentinos y saqueando todos nuestros recursos. Justo ellos, que pagaron durante doce años U$S 200 mil millones de deuda.
¡Romper con el FMI y dejar de pagar la deuda!
Hace falta continuar con asambleas en todas las escuelas para definir un plan de lucha con paros escalonados y movilizaciones, junto a estudiantes y familias; para conquistar un salario nacional de $ 26 mil y aumentar el presupuesto educativo al 10 % de PBI, en base a dejar de pagar la deuda.
El Frente de Izquierda es la única fuerza que plantea que es totalmente necesario romper con el FMI y que la crisis la tienen que pagar los grandes banqueros, terratenientes y empresarios, no la población trabajadora con la degradación aún mayor de sus escuelas.
Con el dinero que se paga la deuda se podrían construir todas las escuelas que necesitamos, tener comedores de calidad y arreglar todos los problemas edilicios. Como también tener capacitaciones constantes y en servicio, entregar todos los libros en forma gratuita que nuestros estudiantes necesiten. Podríamos tener jornadas extendidas en todo el país.
Muchos de nuestros estudiantes secundarios tienen que dejar de estudiar para laburar y miles de ellos hoy están desempleados. Por eso peleamos por becas integrales para que nadie deje de estudiar. Para enfrentar la desocupación, para todos los trabajadores y para la juventud por el reparto de las horas de trabajo en seis horas por día, cinco días a la semana, y por un salario acorde a la canasta básica familiar.
Las trabajadoras de la educación en las calles este #8M
Las docentes, en su mayoría sostén de hogar, trabajan hasta dos o tres turnos para llegar a fin de mes. Son más de nueve horas y media frente al grado con más de treinta chicos y chicas. Este régimen de trabajo baja la calidad del proceso de enseñanza y aprendizaje. Y se llevan trabajo a su casa de correcciones, planificación y preparación de clases, un trabajo no reconocido que deben realizar mientras atienden las necesidades de la casa.
Peleamos por una jornada laboral de seis horas, cuatro horas frente al grado y dos horas en la escuela para tareas pedagógicas, por un salario que cubra la canasta básica familiar y para que todos puedan trabajar con cargos estables y no tener que rotar de escuela en escuela.
Por estas demandas y porque seguimos exigiendo educación sexual en todas las escuelas, no a la injerencia de las iglesias en la educación, aborto legal ya; este #8M seguiremos en las calles.
Este viernes ganamos las calles junto a las obreras de Siam, de la gráfica Madygraf que imprime cuadernos y libros escolares y resiste la gestión obrera, junto a la comisión de mujeres de los trabajadores de Coca-Cola y de Fate.
Por eso las trabajadoras de la educación de Pan y Rosas y La Marrón no separamos nuestra lucha en defensa de la educación pública y por nuestras demandas como trabajadoras, de la lucha con el conjunto de las trabajadoras y los trabajadores por una salida de fondo para que la crisis la paguen los capitalistas.
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