Intercambio de camisetas, con la simbólica foto de la entrega de la casaca de la selección brasileña con el número diez. Intercambio de elogios a los principales punto de un discurso reaccionario que les es común.
En la tarde de este martes el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se reunión con su par estadounidense Donald Trump. La cumbre entre ambos líderes ultraderechistas sirvió para confirmar que el brasileño busca mostrarse como el principal aliado de Washington en la región.
Donald Trump, aseguró que tras su encuentro de este martes junto a su homólogo de Brasil, Jair Bolsonaro, que ambos mantienen "todas las opciones sobre la mesa" en la avanzada golpista contra Venezuela, a pesar de que desde Gobierno brasileño aseguran que no tener como alternativa la opción militar para hacer frente a la situación en ese país. No es la primera vez que el mandatario estadounidense hace declaraciones que van más allá de los acuerdos reales.
"Creo que puedo hablar por ambos países: todas las opciones están sobre la mesa", dijo Trump durante una reunión con Bolsonaro en la Casa Blanca. El presidente estadounidense respondió así a la pregunta de si querría que Brasil se implicara en una potencial intervención militar estadounidense en Venezuela, aunque luego bajo el tono al decir que todavía deben "hablar de ello" durante el encuentro de hoy martes.
Trump insistió en su intento de involucrar a Brasil en una escalada golpista contra el gobierno venezolano, sin embargo el vicepresidente brasileño, Hamilton Mourao, descartó en varias ocasiones la opción castrense para resolver la crisis venezolana. "Para nosotros la opción militar nunca fue una opción. Brasil siempre aboga por las soluciones pacíficas de cualquier problema que ocurra en los países vecinos. Abogamos por la no intervención", había dicho Mourao a periodistas en Bogotá a finales de febrero.
Por su parte Bolsonaro indicó que Trump es mucho más que el líder de la primera potencia del mundo, y afirmó que lo ve como modelo en el que se inspiró para ganar contra pronóstico y en el que se inspira a diario. “Respetamos a la familia tradicional, somos temerosos de Dios, en contra de la ideología de género, de lo políticamente correcto” dijo el brasileño en la rueda de prensa posterior a la cita, marcando la afinidad en una agenda reaccionaria y retrograda.
Más allá de los elogios de ocasión, el gobierno brasilero busca el apoyo de Washington para entrar en la OCDE, avanzar en acuerdos en defensa que permitirían a las empresas brasileñas participar en licitaciones del Pentágono y comprar material estadounidense a mejores precios buscando ser socio de la OTAN.
Trump aseguró que ha decidido "designar a Brasil como un aliado estratégico" militar fuera de la OTAN, y que es posible que incluso presione para incluirlo en la Alianza Atlántica con el objetivo de reforzar la cooperación de defensa. La afirmación aunque parezca prometedora, no sería más que la designación de Brasil como socio menor y sin incidencia real en las decisiones de la alianza.
La designación sería un premio de consuelo de Estados Unidos para Brasil compensando la dificultad para avanzar en otra de las discusiones que tiene que ver con el ingreso de los brasileños como miembros a la OCDE. En este punto Brasil no puede contar con el apoyo formal de Estados Unidos para su candidatura. La adhesión viene siendo articulada y defendida por Paulo Guedes (ministro de Economía) como un sello de confianza internacional en Brasil.
"Por primera vez en mucho tiempo, un presidente brasileño que no es antiamericano llega a Washington. Es el comienzo de una alianza por la libertad y la prosperidad", había asegurado Bolsonaro el domingo, luego de aterrizar en Washington. Lo que dejó claro Bolsonaro en estos días de su visita, es el intento de mostrarse como el principal aliado regional de la avanzada imperialista sobre la región. |