Foto: NyT
Al menos 290 personas fallecieron y unas 450 resultaron heridas durante el domingo de pascuas en Sri Lanka. Desde la mañana, se desataron ocho explosiones -seis de las cuáles ocurrieron de forma simultánea- en cuatro hoteles, un complejo residencial y tres iglesias. Los ataques no han sido reivindicados.
El gobierno decretó el estado de emergencia, bloqueó las redes sociales y dispuso el toque de queda con efecto inmediato. La policía toma el control de las calles. Según medios locales se han detenido a siete personas en relación a los ataques y en un allanamiento a un domicilio murieron tres policías en un tiroteo.
Las seis primeras explosiones sucedieron simultáneamente por la mañana. Se registraron en tres hoteles de lujo y tres iglesias. La mayoría ocurrieron en la capital del país, Colombo, excepto por dos: una en una iglesia de Katana y la otra en un centro religioso en Batticaloa.
Horas más tarde se registró una séptima detonación en un pequeño hotel de Dehiwala. Y, finalmente, a primera hora de la tarde ocurrió la octava en un complejo residencial en Colombo.
El ministro de Sri Lanka para las Reformas Económicas y la Distribución Pública, Harsha de Silva, visitó varios de los lugares atacados y llamó a la población a permanecer en sus hogares. Además informó que el gobierno convocó a una reunión de emergencia.
A nivel internacional, numerosos funcionarios y dirigentes políticos salieron a repudiar los ataques. Entre ellos, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, el ministro alemán de Exteriores, Heiko Maas y los presidentes de los gobiernos español y turco. Además, el Papa Francisco se refirió al tema en su mensaje de Pascuas. |