En cada 1 de Mayo los socialistas revolucionarios recordamos a todos aquellos que cayeron luchando contra el capitalismo, los que dejaron su vida buscando la emancipación de la humanidad de las cadenas del capital. La lucha de nuestros mártires sigue vigente en el mundo y también aquí en Uruguay, porque aún vivimos en un régimen social que no tiene nada para ofrecer a las grandes mayorías de la humanidad. Un régimen social, que, a pesar de los grandes adelantos que ha logrado el hombre, no ha podido terminar con la pobreza, el hambre y las guerras, poniendo en peligro al propio planeta.
A nivel internacional los capitalistas y sus servidores políticos de todos los colores (conservadores y progresistas) tratan de imponer las condiciones de ajuste contra los trabajadores y las mayorías pobres del planeta luego de la crisis financiera del 2008, mediante las contra reformas laborales y las jubilaciones y la austeridad fiscal, entre otras medidas. Las políticas ajustadoras de Bolsonaro en Brasil y el pacto colonial del gobierno marcrista con el FMI en Argentina son la expresión regional de este fenómeno.
Pero a su vez han surgido resistencias y luchas contra estos ataques, los chalecos amarillos franceses contra el gobierno de Macrón o los procesos de rebelión contra el hambre y la opresión política en países como Argelia o Sudan, entre otros. Estos son ejemplos de que es posible luchar contra los ataques de los capitalistas y sus administradores, en oposición a la resignación fatalista que en general intentan imponer las direcciones cómplices de los sindicatos y los movimientos sociales.
Mientras tanto en Uruguay los grandes partidos del régimen ya tienen consenso en ajustar contra los trabajadores (que es la agenda del capital financiero y los sectores concentrados de la economía uruguaya) mediante las mencionadas contra reformas y políticas de austeridad fiscal. La independencia política de la clase trabajadora y demás movimientos populares es una tarea central para enfrentar esos planes.
Abajo la paz social, solidaridad con los trabajadores de Montevideo Gas
La medida de ocupación que tomaron los trabajadores del Gas preocupó al gobierno y a la burocracia sindical que tienen en la mira los negocios con UPM y las garantías de paz social que pide la transnacional. Ante el cierre de fábricas, la carestía de la vida que trae la devaluación, el estancamiento de los salarios y la inflación, el control obrero y otras medidas de lucha son el camino que la clase trabajadora uruguaya deben retomar en defensa de sus propios intereses.
Las imposiciones del “bloque social de los cambios”
El pasado 11 de abril perdimos la oportunidad histórica de plantarnos de forma masiva con una política de denuncia, que hubiera dado voz y organización a muchos activistas que sintieron un sentimiento profundo de disconformidad con la actuación del gobierno frente a la crisis militar. En cambio, los “bomberos” del gobierno de la dirección del PIT-CNT utilizaron su representatividad de masas para convocar a una movilización cuyo objetivo central fue el de “suturar” la crisis surgida por arriba para proteger a su gobierno.
La polémica desatada en el seno del PIT-CNT a partir del veto a Valeria Ripoll para que sea oradora en el acto central del 1º de mayo, además de dejar en evidencia la política de acallar las voces opositoras o medianamente disidentes para mostrar un apoyo cerrado al gobierno del Frente Amplio, también es una continuidad de lo que se expresó en la crisis militar en las últimas semanas para transformar el acto del día de los trabajadores en un acto de apoyo electoral al gobierno.
Lo que se busca no es la unidad de los/as trabajadores/as, sino la uniformización del discurso en torno a la “construcción del bloque social de los cambios”. Si realmente estos sectores quisieran la unidad sindical hubieran convocado a rodear masivamente de solidaridad a la ocupación bajo control obrero que realizaron los trabajadores de Montevideo Gas contra los despidos de la Petrobras dirigida por el bolsonarismo.
Gane quien gane se viene el ajuste
A futuro los principales candidatos de todo el espectro político apuestan a sostener las buenas relaciones con el gran capital, adecuando al país al nuevo contexto de contrarreformas de las jubilaciones y laborales, austeridad fiscal y más beneficios impositivos a favor del capital.
En sus tres períodos de gestión el Frente Amplio sostuvo un modelo basado en las buenas relaciones con el gran capital nacional y extranjero apoyado en la “promoción” (mediante subsidios) de las inversiones extranjeras y el auge (ya agotado) del precio de las materias primas.
La continuidad de la precarización laboral de los noventas fue otra pata del modelo; si bien para una franja de la clase trabajadora hubo mejora salarial a través de los consejos de salarios el resultado global es la continuidad de una gran mayoría de la clase trabajadora con ingresos por debajo de la canasta básica, trabajos precarios o chatarra como sucede con la juventud que se desempeña en las “app”.
Las conquistas parciales en torno a la agenda de derechos (la ley de la intervención voluntaria del embarazo, el matrimonio igualitario, ley de la marihuana, entre otras) se intentan mostrar como bandera para el apoyo al gobierno y qua a la vez disimulen lo fundamental del proyecto frenteamplista que es actuar como administrador de los negocios capitalistas. Se intenta hacer creer que la manera de defender esas conquistas, por las que dicho sea de paso el PIT-CNT hizo poco o nada, es votando al gobierno en el “bloque social de los cambios”, como garantía frente “al avance de la derecha en la región”.
De esta manera no solo se deforman las verdaderas razones que explican porque se lograron esas conquistas o sea la lucha histórica de los distintos movimientos, sino que también se los desarma haciendo creer que todo depende de una táctica electoral o de negociaciones y acuerdos en el parlamento y no de la lucha independiente de los colectivos.
Desde Mujica o Martínez, hasta Sanguinetti, pasando por Lacalle Pou, todos tienen acuerdo en la suba de la edad jubilatoria y la agenda de ajuste. Desde las páginas de La Izquierda Diario creemos importante alertar sobre de esta situación y preparar las condiciones para que los trabajadores y el pueblo, independientemente de lo que vote en octubre y noviembre, se arme de un programa y se organice para luchar contra esta agenda de reformas que será una declaración de guerra contra los trabajadores/as.
Por un bloque independiente
Como dijimos anteriormente, no se avecinan tiempos mejores y es necesario responder a cada ataque con organización y lucha. Desde la Corriente de Trabajadores por el Socialismo creemos importante no quedarnos en nuestras casas contemplando la realidad tal cual se presenta. Debemos movilizarnos al 1º de mayo con un bloque de todas las organizaciones que planteen la superación de la actual dirección del PIT-CNT y la conquista de la independencia política de la clase trabajadora.
Convocamos a todas las organizaciones de la izquierda extra frenteamplista y en particular al Partido de los Trabajadores a intervenir en esta jornada con un programa común que denuncie el contrato colonial que significa UPM2, en solidaridad activa con los trabajadores de Montevideo Gas, contra la precarización laboral que sufren importantes sectores de la clase trabajadora, como por ejemplo el sector de delivery por aplicaciones o los bajos salarios en los que están sumergidos la mayoría de los trabajadores que no alcanzan a la canasta básica. Porque el gobierno mintió en la campaña anterior, seguimos reclamando el 6% del PBI para ANEP-UDELAR.
Queremos conformar un bloque donde verdaderamente se expresen las luchas y los movimientos como el de mujeres que irrumpen con todas sus demandas. Por el no pago de la deuda externa, por juicio y castigo para los militares y civiles de la dictadura y por prisión efectiva para Gavazzo y el resto de los torturadores y asesinos condenados. Y contra la campaña Vivir sin Miedo que busca militarizar nuestro país.
Por eso existe La Izquierda Diario, un medio que crece mes a mes y busca expresar la voz de los de abajo y sus verdades. Para ser un vehículo que ayude a la organización de trabajadores, estudiantes, jubilados y activistas sociales, como parte de una pelea superior que es la de construir una gran alternativa política anticapitalista y socialista e internacionalista que luche por un gobierno de los trabajadores y el pueblo. | 
