Los delegados de UEPC Capital nos enteramos este lunes que el martes tendríamos un plenario informativo, y allí nos enteramos que el jueves tendremos una asamblea para votar. El miércoles será un único día para debatir y confeccionar mandatos sobre una propuesta que nadie conoce, porque se terminó de redactar a último momento. Es un papelón que esconde un sentido político profundo: la conducción quiere evitar que en las escuelas se debata qué sindicato necesitamos.
Así como está siendo gobernada la UEPC, con una conducción sindical más amiga del gobierno que de los docentes, totalmente integrada al Estado, no nos sirve para defender nuestro salario, ni para frenar los múltiples ataques que hemos recibido estos últimos veinte años. Se empobrecieron los jubilados, hay mayor precarización laboral, cierres de cursos, reformas de la tarea de enseñar impuesta por gente que no trabaja en ninguna escuela, y tantas otras cosas.
La primera cuestión es que el sindicato no puede estar atado a los partidos que imponen el ajuste, que son los mismos en Córdoba y en el país. Hoy el FMI quiere imponer en la agenda política una nueva reforma jubilatoria, una reforma laboral y que toda la economía nacional se oriente a la necesidad de pagar la deuda externa. Y hay una unidad para el ajuste.
Ese ajuste es concreto: menos plata para educación y salud, salarios y jubilaciones cada vez más insuficientes, mayor precarización, más miseria para los sectores populares. Y esto recién empieza.
Los que trabajan no deciden y los que deciden no trabajan
Si en las escuelas se discutiera reformar los estatutos del sindicato, seguramente se considerarían algunas cosas: que los mandatos no puedan ser indefinidos, que los compañeros que cumplan un período en el sindicato vuelvan a trabajar, que los representantes gremiales no cobren sobresueldos, que se baje la cuota para que se puedan afiliar más compañeros, que el sindicato tome la representatividad de los compañeros precarizados, que los paritarios se elijan en las asambleas de delegados escolares, que no espere al final de cada lucha la entrega que la conducción milita con la asamblea departamental… no es (sólo) un problema de representación. Y cuanto más mediada la representación, cuanto más cristalizada, peor.
Hay una especie de casta, de gente que no trabaja y se eterniza en los sillones del sindicato. Eso es algo común a lo que se llama el “Modelo Sindical Argentino”. La conducción dice que toda crítica a ese modelo es neoliberal. Lo propio del neoliberalismo, sin embargo, es entender la política como gestión, vaciar de contenido político los debates, despolitizar. No es otra cosa lo que hace esta conducción cuando no da los espacios de debate, festeja los descuentos, y finalmente dice que los docentes no participan.
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Y dicen que quieren fortalecer el sindicato. Pero que UEPC tenga la fuerza para enfrentar los ataques a la educación y a las y los educadores, es posible con la condición de que sea un sindicato independiente del régimen del FMI. Para derrotar esos planes necesitamos organizar a los docentes y trabajadores para dar una salida distinta a la que nos proponen y hacer que la crisis no la paguemos los trabajadores y las mayorías populares sino quienes la generaron.
Por eso es fundamental discutir qué sindicato queremos, y esa decisión debe salir de asambleas escolares con todos los docentes, afiliados y no afiliados. Por eso, también es imprescindible defender las bancas legislativas del FIT para que nuestras voces tengan un espacio de lucha en la unicameral, como ya vimos con los relojes biométricos, los descuentos por los días de paro o en la reforma contra los jubilados. Para que desde esas bancas vaya el apoyo a las luchas que damos en las escuelas, como vimos con la organización de los fondos de huelga en 2017.
Intervención de Noé Silbestein en el Plenario informativo de UEPC Capital 07 05 2019:
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