En un año electoral y en el marco del desgaste evidente que viene sufriendo el gobierno nacional, lo que incluye sus peleas internas por la sucesión de Cristina Kirchner en el poder, el paro del 31 de marzo se convierte en una medida con un alto contenido político. Tanto dirigentes opositores, como oficialistas buscan la manera de quedar mejor posicionados e incluidos en los planes del gobierno que vendrá y en función de eso miden sus declaraciones y acciones.
En la Ciudad de Buenos Aires sindicatos que representan a importantes sectores de trabajadores, no sólo numéricamente, sino por su importancia estratégica en el funcionamiento cotidiano de la ciudad, atraviesan por estos días una dura lucha política en su interior alrededor del paro. Son sindicatos cuyas direcciones responden al gobierno nacional, pero que tienen que lidiar día a día con un actor importante y que va aumentando su influencia en el último tiempo y es el sindicalismo de izquierda.
Veamos algunos casos.
Aeronáuticos
En el sector de los trabajadores aeronáuticos, uno de los gremios con más cantidad de afiliados es la Asociación de Personal Aeronáutico (APA) y esta enrolada en la Central de Trabajadores (CTA) oficialista dirigida por Hugo Yasky. Desde el 2008, año en el que se estatizo Aerolíneas Argentinas, militantes kirchneristas avanzaron de la mano de La Cámpora en copar los aeropuertos, el máximo ejemplo de esto es la designación de Mariano Recalde, hoy uno de los precandidatos a jefe de gobierno porteño por el Frente para la Victoria, como director de Aerolíneas Argentinas. Sus planes obviamente no son adherirse al paro, sino todo lo contrario, organizar a sus militantes para intimidar y atemorizar a los trabajadores para que concurran a trabajar el día del paro. Pero como decimos en el título de esta nota, el sindicalismo de izquierda se mete y entorpece sus planes. “El Cuerpo de Delegados de LAN Argentina (APA-AEP) y la Comisión Interna de Falcon (tercerizados de Aerolíneas Argentinos) adherimos e impulsamos el paro nacional convocado para el 31 de Marzo. Como es nuestra tradición, bregamos para que el mismo se lleve adelante en forma activa y desde las bases, por eso promovimos la deliberación y las asambleas para votar y decidir nuestra postura frente a la convocatoria de las cúpulas sindicales” afirman los trabajadores aeronáuticos que forman parte de la Agrupación El Despegue mediante un comunicado. Agregan también: “Participamos de la convocatoria al paro con plena independencia política y sindical de los convocantes. Nuestro único interés es el de los trabajadores. Por eso quienes suscribimos este comunicado, repudiamos el impuesto al salario, al tiempo que consideramos que el reclamo a levantar este 31 debe abarcar al conjunto de los trabajadores. En especial aquellos trabajadores que por millones están destinados a trabajar en forma precaria y con salarios de hambre. En el sector aeronáutico son miles los compañeros tercerizados que trabajan para Aerolíneas y LAN. Nuestro planteo de pase a Planta Permanente es un punto central entre los reclamos que vamos a levantar este 31 de Marzo”. Y agregan a los puntos por los cuales parar la exigencia de reincorporación de un trabajador despido, mejores condiciones de trabajo, contra las persecuciones a los trabajadores y por un aumento salarial acorde a la inflación.
Trabajadores del Subte
El sindicato de los trabajadores del subte es la Asociación Gremial de Trabajadores del Subterráneo de Buenos Aires (AGTSyP) y su dirección desde sus inicios se alinea con el gobierno nacional. La AGTSyP se funda en el año 2008 y es el producto de la lucha de la inmensa mayoría de los trabajadores del subterráneo contra la burocracia de la UTA. Años antes luchas históricas protagonizaron estos trabajadores, como una huelga durante 4 días con permanencia en las vías, andenes y lugares de trabajo hasta conseguir la jornada laboral de 6 horas para todos sus trabajadores, medidas de fuerzas en solidaridad con otras otros trabajadores y la exigencia a Metrovías de que acabe con el trabajo tercerizado. La adaptación de la conducción del sindicato al kirchenrismo ha provocado el estancamiento en el proceso de obtención de sus conquistas, y una muestra de eso es el no otorgamiento de la personaría gremial. Dicho estancamiento a su vez, provocó la pérdida de un sector de base importante y el pase a la oposición de muchos trabajadores que le critican al oficialismo su quietismo, por ejemplo en relación a lucha por obtener la personería gremial. Esto hizo que en la última elección para la conducción del sindicato, la oposición, compuesta por dos listas identificadas con la izquierda La Bordo Violeta (PTS e independientes) que obtuvo el 27 % de los votos e ingreso como minoría a la Directiva, y la Naranja (PO) que obtuvo el 17 %, de conjunto obtengan el 44 % de los votos.
Claudio Dellecarbonara, delegado de la línea B, lidera la oposición al oficialismo y es uno de los miembros que integrará, por la Bordo Violeta, la directiva del sindicato. Afirmo mediante un comunicado: “En el sector donde yo trabajo y soy delegado, tráfico de la Línea B, ya hemos resuelto en asamblea, por amplia mayoría, parar el 31. A los trabajadores nos sobran los motivos para parar. Pero no confiamos en los dirigentes que desde hace meses están en tregua y ahora buscan llevar agua al molino de los partidos de la oposición tradicional, así como tampoco en los que apoyan al kirchnerismo. Por eso promovemos asambleas en todos los lugares de trabajo, para impulsar un paro activo no solo contra el impuesto al salario sino por todas las reivindicaciones de los trabajadores, por un salario equivalente al costo de la canasta familiar, por paritarias libres y sin techo, por el 82 % móvil, para acabar con el trabajo en negro, por la efectivización de los trabajadores contratados y contra los despidos y las suspensiones, entre otros reclamos. Como de costumbre, en la convocatoria al 31M de Moyano y de los dirigentes de los gremios del transporte, estas reivindicaciones están ausentes”
Los paros anteriores, pese a las declaraciones de la dirección del sindicato que afirmaban que los trabajadores del subte no adherían a las medidas y que los trenes funcionarían normalmente, el paro se hizo notar y no circularon los subtes.
Telefónicos
Finalmente, el gremio de los trabajadores telefónicos es otro de los sectores donde el sindicalismo de izquierda tiene una fuerte presencia y complica los planes del oficialismo kirchenrista. El sindicato que los agrupa es FOETRA, cuya dirección viene sufriendo los embates de una izquierda que critica sus métodos burocráticos y su política desde hace tiempo. En el año 2013 hubo elecciones del sindicato y la oposición se lazó con el 40 % de los votos, lo que expresó que hay un amplio sector opositor. Durante el año pasado se volvió a expresar ese rechazo y la oposición junto a centenares de trabajadores lograron la reapertura de paritarias, que había cerrado el gremio aceptando un pobre acuerdo salarial propuesto por las patronales y aceptado desconociendo al 70 % de los empleados que en asamblea votó el rechazo a ese acuerdo.
Hoy esa bronca se vuelva expresar y al oposición ya le exigió a la conducción del FOETRA la realización de asambleas, así lo expresa la agrupación opositara Violeta en un comunicado: “Es necesario mostrar la fuerza de los trabajadores y levantar bien en alto nuestras reivindicaciones y por eso impulsar un gran paro activo con cortes o movilizaciones, donde los trabajadores tomemos el paro en nuestras manos.
Ante este hecho nacional creemos necesario que el lunes, un día antes, realicemos asambleas de edificio, para discutir el mismo y desde ya como siempre que quien quiera parar tenga el derecho a hacerlo y quien no, no lo haga. La dirección de FOETRA no se alinea al paro, pero debería hacerlo, tomando el reclamo de la abolición al impuesto al salario, aumento salarial sobre el costo de vida, acabar con la precarización y tercerización laboral”.
“En el día de hoy se realizaron asambleas en edificios importantes tanto de Telecom, como de Telefónica, en las cuales la principal crítica de los trabajadores fue hacia la directiva del sindicato por decidir no parar sin consultar a las bases, dado que motivos sobran y en varios lugares se les exige reapertura de paritarias” nos comentó el delegado opositor de la agrupación Violeta Carlos Artacho (PTS) al cierre de esta nota.
Estas son muestras de como el alineamiento incondicional con el gobierno de algunas direcciones sindicales les está costando caro. Sus métodos burocráticos y su subordinación absoluta a los planes gubernamentales chocan con las aspiraciones de sus miles de afiliados que buscan mejores salarios, mejores condiciones de trabajo y hasta el reconocimiento de su sindicato. Sobre esta base el sindicalismo de izquierda avanza, demostrando que solo los métodos democráticos y el impulso de una política de independencia de clase, le garantiza a los trabajadores la defensa de sus derechos y la lucha por sus conquistas. |
