La nueva Legislatura deja al desnudo, una vez más, la crisis que atraviesa el Régimen del 78. En especial por la irrupción de la extrema derecha de Vox en el Congreso de los Diputados y por la presencia de los líderes soberanistas presos electos en ambas Cámaras.
A pocos minutos del mediodía Meritxell Batet (PSC) era elegida presidenta del Congreso en segunda votación con 175 votos favorables. Ana Pastor (PP) quedaba segunda con 135. Por su parte, Manuel Cruz, también del PSC, era nombrado presidente del Senado, tras el veto de los partidos independendistas la semana pasada al nombramiento del socialista Miquel Iceta para presidir la Cámara Alta.
La entrada de Vox en el Congreso de los Diputados, con 24 escaños, ha sido una de las postales de la jornada y expresión del curso reaccionario que está siguiendo el Régimen español.
Varios diputados socialistas han ingresado al hemiciclo con camisetas del fantasma LGTBI, que Vox utilizó como símbolo homófobo. Sin embargo, con un discurso abiertamente xenófobo, misógino y reaccionario, Vox es hijo directo del Régimen, así como la máxima expresión de una salida reaccionaria, en clave recentralizadora y más represiva, a la crisis que atraviesa.
La presencia de los líderes soberanistas presos ha sido la otra imagen destacada del día, con su entrada en el Congreso de los Diputados y el Senado entre fuertes medidas de custodia policial.
Los presos políticos han sido trasladados desde la prisión de Soto del Real custodiados por un fuerte dispositivo policial y esposados hasta la llegada de Oriol Junqueras, Jordi Sànchez, Jordi Turull y Josep Rull al edificio de la Cámara Baja, así como Raül Romeva a la Cámara Alta. Una vez allí han sido recluidos en sendas salas aisladas. Y tan solo unos minutos antes de que empezara la sesión constitutiva han podido acceder al hemiciclo.
Durante la sesión, los diputados electos presos, que siguen siendo juzgados en estos días por el Tribunal Supremo, han podido saludar al presidente en funciones Pedro Sánchez y otros diputados del PSOE, así como también a algunos diputados de Unidas Podemos como el propio Pablo Iglesias.
Si bien, la vicepresidenta en funciones del PSOE, Carmen Calvo, sentenciaba a primera hora que "la suspensión [de los presos políticos] es evidente si se aplica el reglamento del congreso y el senado". Es decir que los líderes soberanistas presos serán suspendidos como diputados en las próximas horas o días, cuando se reúnan por primera vez los miembros de la Mesa del Congreso.
Dos imágenes que son el paradigma de la crisis del Régimen que sigue latente en el inicio de esta nueva Legislatura y que tras la opción del “mal menor” que supone un Gobierno de Pedro Sánchez con apoyo de Unidas Podemos, no supone ninguna salida para quienes vienen sosteniendo luchas democráticas contra el Régimen del 78. |