Como parte de las protestas, miles de maestros, padres y estudiantes exigen la derogación de los decretos a la Ley de Transformación de la Educación y Salud respectivamente, al tiempo que exigen nuevamente la renuncia del presidente Juan Orlando Hernández. El antecedente a estas protestas tiene lugar en 2015, cuando las masivas “Marchas de Antorchas” fueron convocadas por jóvenes indignados ante el saqueo de recursos en las principales universidades públicas y denunciaron la corrupción del gobierno.
Los médicos y maestros que agrupan la plataforma por la salud y la educación continuaron este martes con su agenda de movilizaciones en diversas partes de Honduras anunciando que no cederán en su lucha hasta que se deroguen los decretos que pretenden privatizar la educación y la salud, y que legaliza los despidos masivos atacando los derechos laborales de miles de trabajadores.
Las acciones han contemplado marchas, paros laborales en ambos sectores; en el caso de algunos centros educativos los maestros están recibiendo amenaza de despidos si se presentan a las protestas y las tomas de carreteras, pero las amenazas y la represión que se ha hecho presente no los amedrenta y anuncian con seguir en las calles.
Entre las principales demandas se encuentran la derogación de los decretos, así como el cumplimiento del pago de planillas complementarias que se adeudan a la fecha, así como la supresión de las deducciones del décimo tercer y décimo cuarto mes de salario, por parte del Instituto de Previsión del Magisterio (Inprema) y llevar a cabo la instalación de la Junta Nacional Docente, Nacional de Selección, Evaluación y Juntas Departamentales de Selección.
El presidente del Colegio Profesional Unión Magisterial de Honduras (Coprumh), Luis Ramírez, detalló este miércoles que harán oficiales sus peticiones ante el gobierno, y serán acompañados por las bases, para que sean testigos de lo que se acuerde.
Sin embargo, distintos analistas apuntan a señalar que el golpe es mucho más duro de lo que se podría esperar en mesas de negociación, pues la Alcaldía Municipal del Distrito Central ha decidido recientemente el aumento del monto de pago sobre impuestos de bienes inmuebles, violando la ley, además del también reciente aumento a las tarifas eléctricas y de los derivados de petróleo, últimos planes decretados por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el gobierno servil de Juan Orlando Hernández.
Mismo gobierno que mantiene a más de 64% de la población en niveles de pobreza y pobreza extrema. Donde cada hora ocho hondureños deciden abandonar el país para emigrar hacia Estados Unidos. En ese marco se da este nuevo golpe; donde los médicos ejercen su profesión con desabasto de medicamentos y un déficit de más de 250 millones de lempiras, y donde el presupuesto educativo se ha visto rebasado durante los últimos gobiernos para los más de 19 mil centros educativos en el país que se encuentran en mal estado.
Por ello, los trabajadores del sector salud y los maestros hondureños tienen el gran desafío de construir en unidad una plataforma de lucha que ponga sus demandas en la agenda política de Honduras y busque la solidaridad efectiva de otros sectores, donde jóvenes y sectores estudiantiles han expresado su solidaridad y su disposición para defender la educación y la salud de manera independiente de cualquier partido y en las calles. |