Este domingo 26 de mayo el Estado español no solo participó de los comicios para el Parlamento Europeo, sino que también celebró elecciones autonómicas y municipales. Estas últimas buscaban terminar de reconfigurar el panorama político español, tras las elecciones generales del 28 de abril. El partido de Pedro Sanchez, el social liberal PSOE, buscaba revalidar la victoria conseguida en las elecciones de abril, algo que logró con éxito. La formación neorreformista Podemos, por su parte, se hundió e hizo una mala elección, lo que lo complica en su intención de formar parte del Gobierno del PSOE.
La derecha tradicional del Partido Popular (PP) logró amortiguar una caída general de las formaciones de derecha, y se hace con la mayoría en el ayuntamiento de Madrid.
A nivel autonómico se fortalecen los partidos independentistas.
El social liberal PSOE revalida su victoria de las elecciones generales del 28A
El PSOE ha mantenido y mejorado su victoria respecto a las elecciones generales del 28A. En los comicios de este domingo llegó al 32,8%, ligeramente por encima del 28,7% de las generales, y obtiene 20 eurodiputados que, dada la debacle de sus pares en varios países de Europa, serán una de las principales delegaciones del bloque social-liberal en la Eurocámara. Además mantiene gran parte del poder territorial, con comunidades como Asturias o Castilla La Mancha, aunque no logra desbancar al PP en feudos como la Comunidad de Madrid, Murcia o Castilla y León.
El líder del PSOE, Pedro Sánchez obtuvo unos resultados que querrá hacer valer para tratar de gobernar en solitario y que sus potenciales socios -la suma de 175 diputados que dio la presidencia del Congreso a Meritxell Batet- acepten un rol de consortes parlamentarios. Esta fortaleza socialista, junto a la consolidación de una oposición de los tres partidos de derecha, donde la extrema derecha de Vox marca agenda, preanuncia un próximo gobierno de Sánchez mucho más conservador en cuestiones como la cruzada represiva contra el independentismo.
Podemos, Izquierda Unida y las confluencias fueron los grandes derrotados
Los grandes derrotados de las elecciones del domingo han sido quienes se vienen proponiendo como los socios del PSOE para el próximo gobierno central. Una pretensión que se pone aún más difícil. Hablamos de Podemos, Izquierda Unida (IU) y las diferentes confluencias municipales, cuyos resultados confirman que el espacio del neorreformismo, que emergió justamente en las europeas de 2014 y logró sus primeras victorias en las municipales de 2015, está definitivamente en su fin de ciclo.
Las principales “alcaldías del cambio” no se renovarán. En Barcelona Ada Colau, que pertenecía al bloque neoreformista cedió ante la emergencia del independentista Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) -aunque por muy pocos votos- y sus candidaturas bajan en todas las grandes urbes del área metropolitana. En Madrid, la alcaldesa Manuela Carmena, pierde la mayoría en el Ayuntamiento a manos de la suma de las tres fuerzas de derecha: el PP, Ciudadanos (Cs) y Vox. Lo mismo puede pasar en Zaragoza, y en Santiago y Coruña, donde los alcaldes del cambio ceden el puesto ante los socialistas. Solamente en Valencia y Cádiz los neorreformistas mantendrán los gobiernos municipales.
Esta situación se agrava con caídas muy pronunciadas en las elecciones autonómicas en comunidades como Castilla León, Cantabria o Aragón.
Estos resultados suponen un gran golpe para las dos alas principales de Podemos, la que responde a Íñigo Errejón y la que responde a Pablo Iglesias. Los primeros ven fracasar su operación con la alcaldesa de Madrid, y los segundos se quedan sin ningún espacio de gobierno. En Castilla la Mancha, donde cogobernaban con el PSOE, no serán necesarios ante la mayoría absoluta del candidato socialista. Y las dos únicas alcaldías que quedan, Valencia y Cádiz, están en manos de sectores que habían roto o se habían distanciado de Iglesias.
El PP se mantiene dentro de una derecha que baja
La derecha se mantiene a la baja, aunque con algunos movimientos importantes en su guerra interna. Entre los tres grandes partidos -PP, Cs, Vox- han obtenido un 38% en las europeas -aún por debajo del 42% que sumaron el 28A-. Sin embargo el PP que fue el gran perdedor de las elecciones generales sale reforzado frente a sus rivales en las europeas de este domingo.
El PP logró mantener sus principales bastiones autonómicos, tiene opciones de ganar nuevos -como Aragón-, y logra la alcaldía de Madrid y la de Badalona. Esto puede aliviarle las cosas al líder del Partido Popular, Pablo Casado, en su frente interno. Cs por su parte se aleja del sorpasso que rozó en las generales, queda nada menos que 8 puntos menos que el PP en las europeas. Y la novedad ha sido el pinchazo de Vox, que baja del 10 al 6% a solo un mes de su irrupción en las generales, separándose de la tendencia al alza que la extrema derecha ha mantenido en varios países europeos, en especial Francia con la victoria de Le Pen.
Aunque el PP logra cierta ventaja en las internas de la derecha, en práticamente todas las plazas necesitará hacer acuerdos con otras fuerzas para gobernar. La extrema derecha de Vox seguirá marcando agenda y la carrera por ver quién es más reaccionario se mantendrá abierta.
El independentismo catalán y vasco se fortalece. ERC avanza pero Puigdemont “resiste”
ERC logra ganar las elecciones municipales en Catalunya, tanto en número de votos como de concejales y alcaldes. Este triunfo se vio consolidado con la victoria de Maragall en Barcelona, que será el primer alcalde independentista de la ciudad. Una tendencia al alza que confirma su victoria en las generales, pero que no ha terminado de consumarse por el resultado de las europeas. En éstas la lista de Puigdemont ha quedado con el 28% de los votos frente a los 21% de la lista de Junqueras.
En Euskadi también se destacó esta tendencia al alza con el Partido Nacionalista Vasco y sobre todo EH-Bildu que suman el 34% y el 22% en las europeas. Un resultado que sube al 36% y el 24% respectivamente en las municipales.
La cuestión territorial seguirá siendo pues una de las papas calientes de la crisis del Régimen del 78 (pactado tras el franquismo y basado en el centralismo españolista), que seguirá a su vez con la cruzada represiva apadrinada por las tres derechas y el PSOE -como ha quedado demostrado recientemente con el golpe institucional del Congreso contra los diputados catalanes presos-.
En las siguientes semanas la presencia de un preso político, Junqueras, y el exiliado Carles Puigdemont entre los electos a la Eurocámara volverá a dar un nuevo capítulo de internacionalización de este curso autoritario. |