El compañero de fórmula de Mauricio Macri fue el jefe del bloque del Partido Justicialista en el Senado durante los doce años de gobierno de Néstor y Cristina Kirchner. ¿Lo sabias? Acá te lo contamos.
El pasado martes, Miguel Ángel Pichetto tuvo su día de gloria. El dirigente venía medio desdibujado, al compás del deslucimiento de Argentina Federal (AF), y se rumoreaba que podía acompañar como vicepresidente a Juan Manuel Urutubey. Pero de repente le apareció una mejor oferta y cambio de compañero de fórmula.
El anunció se llevó la atención de casi todos los medios y la figura de Pichetto fue análisis de periodistas, encuestadores y dirigentes políticos.
Desde la izquierda y este medio, señalamos que Pichetto hizo gala de lo que más sabe hacer: ser oficialista de todos los gobiernos de turnos. Cómo lo explicamos en esta nota,el senador peronista fue menemista, duhaldista, kirchnerista y ahora macrista.
Los dirigentes políticos del kirchnerismo salieron a cruzarlo duro. "Lo de Pichetto es para buscar más votos de derecha", dijo Agustín Rossi. “Tal para cual: fachos, garcas y arrastrados”, expresó, con menos corrección política, Juan Grabois.
Para estos dirigentes, Pichetto ahora es de "derecha" y "garca". Nos preguntamos: ¿Y antes? Parece que están faltos de memoria, además de desagradecidos, para quien durante los doce años de mandatos kirchneristas ocupó un rol clave en el Senado, en tanto presidente del bloque del Partido Justicialista (PJ).
Era duhaldista cuando lo convencieron, o se convenció, de que lo mejor era “adaptarse” a los nuevos tiempos y convertirse en un fiel colaborador del nuevo presidente de la Nación, y “nuevo jefe político”, Néstor Kirchner. Corría el año 2003 en ese entonces y Pichetto era presidente del Bloque del PJ desde diciembre del 2002.
Así, hizo su primer gran tarea: en junio de 2003 cumplió la orden de Néstor Kirchner: jubilar a Carlos Menem del PJ. Presidió la Comisión de Acción Política del partido que impulsó la renovación de las autoridades y desplazó al expresidente y todos sus allegados de la conducción nacional. Es que los tiempos habían cambiado y después de la crisis del 2001 ya no convenía quedar pegado al menemismo que había privatizado todo y causado un enorme crecimiento de la desigualdad social y la pobreza en el país. Atrás habían quedado los tiempos, en los que Néstor aplaudía las privatizaciones y reivindicaba la de YPF en particular cuando era gobernador de Santa Cruz en 1993.
Durante los doce años de mandato de Néstor y Cristina Kirchner, fue un muy buen ejecutor en el Congreso de todas las políticas oficiales y presidió el Bloque del Frente Para la Victoria (FpV). Bajo su extenso mandato, cumplió un rol clave en debates y leyes trascendentales.
Hasta el 2007 tuvo una muy buena relación con Néstor Kirchner y cumplió a rajatabla sus órdenes. Cuando le preguntaron cuales fueron los mejores gobiernos para él, respondió sin ninguna duda: “El primer Menem y el gobierno de Néstor Kirchner”.
A pesar de que en ese año, sufrió una desilusión cuando Néstor se negó a apoyar su candidatura como gobernador de la provincia de Río Negro, siguió cumpliendo con sus funciones políticas y legislativas.
Con Cristina Kirchner dicen tuvo una relación menos cercana. Pero nada impidió que cumpla con sus funciones políticas y legislativas.
En el debate de la 125 (2008), Pichetto fue uno de los que más atacó a Julio Cobos al tratarlo de “judas “ y “traidor”. Vale recordar, que el por entonces vicepresidente con “su voto no positivo” le propinó al Gobierno nacional una dura derrota en el debate por las retenciones a las patronales del campo.
El senador también fue clave para que el Congreso vote el Memorándum de entendimiento con Irán, hecho por el cual hoy Cristina Kirchner enfrenta una de las tantas causas judiciales.
"Nosotros reivindicamos este Memorándum y la intención del Gobierno argentino de buscar la solución por la vía pacífica. También la colaboración de un Estado que además indudablemente tiene que prestar colaboración porque de lo contrario la causa va a quedar bloqueada sin fin", decía Pichetto en el 2013 en la Cámara de Senadores.
Como todo amante de la oficialidad desde diciembre del 2015, se volvió un excelente colaborar del gobierno de Macri y sus medidas antipopulares. Pero esa ya es una historia conocida.
La desmemoria del kircherismo es muy selectiva. Mientras que a algunos "traidores" se los trata bien y se los convoca a su espacio electoral, como Sergio Massa y Alberto Fernández, a otros como Pichetto se los prefiere olvidar.
Es que en fuerzas políticas como el peronismo y el macrismo, la "rosca" es lo que prima. Como lo estamos viendo por estas horas. Rosca puesta, por supuesto, en función de mantener sus privilegios.