Esta opción de que el Banco Central administre el 4% adicional de cotización fue levantada y estudiada por Gabriel Silber, diputado, Ximena Rincón Senadora, ambos de la Democracia Cristiana, Tucapel Jiménez del Partido por la Democracia, quienes posicionándose como la “oposición” decidieron trabajar en una propuesta para el gobierno, la cual ya tiene el visto bueno de Monckeberg.

En este sentido, el día de ayer el encargado de la cartera del trabajo, declaró en una entrevista radial, estar de acuerdo con esta opción e hizo un llamado a que los parlamentarios a aprobar la reforma y que no la “retrasen” más con discusiones.

“Me parece a mí una muy buena propuesta y la estamos analizando seriamente, de hecho mañana me reúno con los parlamentarios que han levantado esta idea porque queremos darle forma y seguir avanzando, y yo espero que el verdadero esfuerzo a partir de ahora de todos los parlamentarios es a sacar la reforma para subir las pensiones más que seguir discutiendo si el ente público o privado tiene tal o cuales derechos o tales atribuciones” puntualizó Monckeberg.

Pero la verdad es que esta reforma no beneficia en absoluto a las y los miles de pensionados a lo largo del país, quienes tienen que vivir e ingeniárselas con menos de $150.000 para llegar a fin de mes. Ésta es la realidad del pueblo trabajador, la que no se va a solucionar con una reforma que a lo único que apunta es a acrecentar el negocio de los empresarios de las AFP’s, quienes se enriquecen especulando con el dinero de una vida de trabajo de cientos de miles de personas.

La situación no podría ser más escandalosa. Son miles de adultos mayores los que se ven perjudicados con el negocio de las pensiones, el cual la llamada “oposición parlamentaria” no se ha dispuesto a acabar, siendo ellos mismos los que trabajan en conjunto al gobierno para llevar a cabo las reformas.

El camino a seguir es el de conquistar un sistema de pensiones tripartito y solidario en todo el país, el cual esté gestionado por sus propios trabajadores, profesionales y pensionados, el cual asegure una pensión digna para el pueblo trabajador y pobre. Por esto las grandes centrales sindicales y estudiantiles deben romper la tregua con el gobierno, convocando desde las bases a un gran paro nacional productivo para acabar con este negocio parasitario de las pensiones, así como con las reformas y ataques de este gobierno autoritario y represivo.