Si hay algo que sentimos de cerca las y los trabajadores bancarios es la crítica situación económica del país. El FMI se transformó una vez más en un actor central en las decisiones políticas y económicas que se toman. La devaluación que vino después de las PASO -que para Alberto Fernández dejó un dólar "razonable"- impactó fuerte en el poder adquisitivo de los salarios.
El domingo nos enteramos por las noticias que el ministro de Hacienda, Lacunza, se juntó con los dueños de los bancos a acordar la extensión del horario de atención al público en sucursales durante este mes "si los bancos lo disponen". Una medida que hace años intentan imponer en el gremio no puede ser la solución a la situación que se vive en sucursales donde no se da abasto con el laburo, sumado a los aprietes de las gerencias.
En vez de proponer el ingreso de personal prefieren sentar un antecedente peligroso que viola nuestro convenio colectivo y que nos sobreexpone a fallas de caja, situaciones violentas y extenuantes jornadas que terminan a su vez degradando la atención a los clientes. Esta más que claro que trabajadores de los bancos y pequeños ahorristas, clientes y usuarios, estamos juntos en esta pelea. Del otro lado los banqueros, nuestros jefes, el gobierno, los mercados y el FMI complotan a nuestras espaldas para saquear el país.
Se la están llevando en pala. ¿Qué podemos hacer los bancarios?
Para situaciones de crisis donde entra en juego el hambre de millones se necesitan medidas de emergencia. Desde la Bancaria, conducción del gremio, se plantea como un objetivo “Preservar el sistema financiero”. Ahora bien, ¿para quién hay que preservarlo? ¿En función de que intereses? El sistema bancario y financiero, que es un resorte esencial en la economía, funciona enriqueciendo unos pocos mientras el país se hunde. La defensa tal y como es del sistema bancario y financiero no puede ser una bandera de las y los trabajadores.
Las medidas de ajuste, improvisadas y de contragolpe que lanzo el gobierno no evitaron siquiera la caída en el default "selectivo".¿Si la deuda sirvió como vehículo excepcional para la fuga de capitales como dice el candidato del Frente de Todos por qué debe ser aceptado para "honrar" los compromisos de Macri?
Para nosotros de lo que se trata es de discutir salidas realistas para el conjunto del pueblo trabajador. Salidas que eviten el hundimiento en la pobreza y la degradación continúa de nuestras condiciones de vida. Para eso algunas de las medidas elementales que planteamos desde la agrupación Marrón bancaria, como parte del programa que levanta el Frente de Izquierda son:
Declarar el no pago de la deuda, y la nacionalización de todo el sistema bancario, empezando por expropiar a los bancos privados extranjeros para formar un banco estatal único. No existe manera de detener el ahogo financiero si no paramos el accionar de la banca extranjera que año a año fugan millones y millones de dólares de la riqueza nacional y aprovechan esta crisis para un saqueo sin precedentes.
El monopolio estatal del comercio exterior permitiría que los dólares que hoy manejan un puñado de empresas (solo 50 manejan el 60% de las exportaciones) no sean utilizados para especular sino para definir las prioridades en las compras al exterior de acuerdo a las necesidades de inversión y producción más urgentes. Este monopolio se podría apropiar de la renta agraria que se lleva el agropower y permitiría aplicar política de precios que sostengan a los pequeños productores priorizando economías regionales (Mendoza, Alto Valle de Rio Negro, etc.)
La concentración de todo el sistema de crédito en manos del Estado puede transformarse, en manos de un gobierno de los trabajadores, en una poderosa herramienta para poder generar crédito barato para la vivienda popular, el pequeño comercio, talleres y pequeñas firmas. Los bancarios tenemos un rol protagónico en estas tareas y es hora de tomar conciencia de ello. Quienes hoy somos llevados a poner la cara cuando los banqueros quieren distraer a los pequeños ahorristas para no darles sus depósitos, mientras contribuyen al desfalco realizado por los grandes inversores y especuladores, también somos quienes conocemos y podemos denunciar las tramoyas del vaciamiento.
Ante esta situación crítica, que pone en peligro la economía nacional y por lo tanto la vida de millones de trabajadores que la sostenemos, así como la situación específica de miles de pequeños ahorristas que están a la espera de las decisiones del gobierno y los grandes bancos, y además ante las modificaciones en nuestro trabajo como parte fundamental del sistema bancario, consideramos imprescindible que La Bancaria se declare en estado de alerta y movilización, con la convocatoria a asambleas en cada sede en el camino de una asamblea general de todo el gremio. Que las centrales sindicales, CGT y ambas CTA la convocatoria urgente a un paro nacional de 36h con movilización a Plaza de Mayo para derrote este ajuste que paga el pueblo trabajador. |