Una foto simbólica, ya que Israel, el estado terrorista creado artificialmente en 1948 y socio menor de Estados Unidos, en 15 días irá a elecciones donde Netanyahu buscará renovar su cargo.
Según el presidente Hernández, es el primer paso para el traslado de la embajada hondureña a Jerusalem. Si esto se concreta, será el tercer país en tomar esta polémica medida: los anteriores fueron Estados Unidos y Guatemala.
Esta afrenta política la inició el gobierno de Trump en 2018, cuando decidió mudar su embajada a la ciudad de Jerusalén, donde convergen las iglesias del islam, el catolicismo y el judaísmo. Una urbe a la que ni la ONU ha declarado de dominio israelí.
El gobierno de Hernández, cuestionado por el caso de narcotráfico que protagoniza su hermano Antonio y fiel aplicador de ajustes y privatizaciones en Honduras, rinde homenaje así al imperialismo estadounidense y a su gendarme israelí, el único autorizado a tener armas atómicas en Medio Oriente.
La ceremonia de apertura de la oficina comercial hondureña se retrasó dos horas ante otro episodio de las confrontaciones militares entre el Ejército israelí y milicias libanesas.
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