Hace unos días se destapó el escandaloso caso de los paraísos fiscales de José Antonio Kast, en donde, según la información del reportaje de LaTercera, señala su rol como accionista de tres sociedades constituidas en 2003 en Panamá. Ante lo cual el ex candidato presidencial finalmente salió aclarar su vinculación con estas sociedades, las cuales nunca fueron incluidas en sus declaraciones de patrimonio en intereses como parlamentario y como postulante a La Moneda.
Quien se autodenomina como un político en contra de la corrupción en un principio negó la existencia de acciones en el paraíso fiscal, donde señaló en un matinal nacional “Yo nunca he sido portador de una acción de una sociedad en Panamá”, pero en el transcurso de las horas estas declaraciones cambiaron, señalando que estos fueron traspasados por su hermano Christian Kast a otra persona jurídica.
Ante esto el ex diputado de RN Rojo Edwards, hoy integrante del Partido Republicano, salió en defensa de José Antonio Kast, donde señalaba: “en el Partido Republicano estamos orgullosos del nivel de blancura que es capaz de mostrar”. Claramente contradictorio al escandaloso caso en el que se ve vinculado Kast, donde nuevamente los casos de corrupción están ligado a los políticos que velan por los privilegios de los grandes empresarios.
En este sentido, las reacciones de la derecha no están alejadas de esta lógica, en donde la senadora y presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe, respaldó al ultraderechista, aseverando que el asunto “no es ningún pecado”.
Además, manifestó su “error” en las declaraciones de patrimonio e intereses de 2013 y 2014, pero esto no es mera casualidad, ya que es parte de la tónica de los partidos del régimen empresarial tener vínculo directo con los fraudes, manteniéndose en completa impunidad frente a estos casos de fraude y corrupción. |