El beneficiario de esta renovación, Fernando María Primo de Rivera y Oriol, hereda el título de su padre Miguel Primo de Rivera y Urquijo, sobrino de José Antonio y Consejero Nacional del Movimiento, fallecido el año pasado.
La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) ha condenado esta decisión que supone la continuidad de los títulos nobiliarios concedidos durante la dictadura. “¿Sigue reconociendo la democracia a los líderes fascistas? ¿Es un agravio a las víctimas?” se han preguntado en un tuit publicado desde su cuenta.
Por si alguien albergaba alguna duda sobre los hilos de continuidad entre el franquismo y el Régimen monárquico del 78, y como dos imágenes siempre se entienden mejor juntas, el tuit incluye una captura del anuncio del BOE en el que se formaliza esta decisión y una fotografía del decreto de 1948 por el que Francisco Franco concedía “Títulos del Reino” a personajes como José Antonio Primo de Rivera, Calvo Sotelo, al general Emilio Mola, o a José Moscardó, cabecilla de los golpistas en Toledo.
En este decreto podemos leer joyas como: “En esta sagrada empresa genuinamente española, en la que por cauce y bajo dirección castrenses confluyeron todas las corrientes sociales de la Nación, resplandecen con calidad diamantina nombres que por su heroísmo legendario por su genio militar, por sus doctrinas políticas, por las rutas que marcaron y, en definitiva, por haber sabido despertar en las almas de miles de españoles hundidos en el escepticismo y la desesperación la ilusión de rescatar una patria perdida, bien merecen, tanto ellos como los servicios y hazañas que realizaron, quedar grabados para siempre en el libro de la Historia y recompensados, en prueba de gratitud nacional, con dignidades nobiliarias, que sirvan además para perpetuo ejemplo de su alcurnia y su grandeza.”
No puede negarse que la legalidad de la “democracia” monárquica y el PSOE han vuelto a prestar un gran homenaje a los deseos del dictador de recompensar a las principales figuras de “la cruzada que España sostuvo durante tres años en defensa de Dios y de la Patria contra todas las fuerzas de la secesión política y social confabuladas para destruirla y contra los enemigos de la civilización cristiana”.
Actualmente existen alrededor de una treintena de títulos nobiliarios concedidos a los herederos de las principales figuras del franquismo, como el marquesado de Queipo de Llano, dedicado al autor de las masacres en Andalucía, cuyas víctimas permanecen en los centenares de fosas comunes que abundan en la región. O el propio ducado de Franco, uno de los primeros títulos creados por el rey emérito Juan Carlos I tras su llegada al trono, concedidos a la hija y la viuda del dictador por su papel en una “gloriosa etapa histórica de nuestra patria”, heredado hace poco más de un año por Carmen Martínez-Bordiú.
El gobierno del PSOE ha justificado su actuación amparándose en la legalidad del procedimiento. “Hacer lo contrario sería una actuación manifiestamente ilegal por parte del Ejecutivo", se ha declarado desde el Ministerio de Justicia. De estas palabras cualquiera diría que el PSOE es un partido de reciente creación, que no hubiera gobernado durante más de veinte años, y no uno de los principales artífices de la Transición que mantuvo la figura de la monarquía y la bandera y símbolos de la dictadura, exoneró a los criminales de guerra y torturadores y preservó lo esencial de las instituciones del régimen franquista.
Recientemente supimos de triste fallecimiento de Ascensión Mendieta, impulsora de la Querella Argentina contra los crímenes del franquismo, que durante décadas trató de recuperar los restos de su padre y los de todas las víctimas del genocidio franquista. Cientos de miles de personas como ella han fallecido sin lograr este objetivo, silenciadas por el Estado español y la monarquía borbónica herederos de la dictadura. Noticias como esta muestran que su lucha continúa más vigente que nunca y que lograr la verdadera justicia y reparación de las víctimas implica derribar de una vez por todas el régimen monárquico del 78. |