Este miércoles inició el paro nacional convocado por la Confederación de Trabajadores Universitarios (CONTU), por la exigencia de mayor presupuesto universitario y el rescate de las universidades en quiebra.
Las universidades que pararon son las de Nayarit, Zacatecas, Morelos, Tabasco, Oaxaca, Michoacán, Estado de México, Sinaloa y Chiapas, así como las de Veracruz, Campeche (2), Chihuahua (2), Colima, Tamaulipas, Baja California, Hidalgo, Puebla, Guerrero, Yucatán, Universidad de Guadalajara, Sonora, Guanajuato y Querétaro.
La propia dirección sindical de la CONTU expresaban la “sorpresiva” participación de sus agremiados. Sin embargo, diversos secretarios generales de los sindicatos echaron paños fríos, diciendo que este paro no va a tender hacia la huelga ya que es sólo una manifestación pacífica del descontento frente al recorte presupuestario y las universidades en crisis.
No podemos olvidar que los sindicatos que componen la CONTU son en su gran mayoría sindicatos charros (como se llama a los sindicatos estatizados o amarillos) que si bien se movilizan, como hoy, se definen a sí mismos como sindicatos de institución. Es decir, sindicatos que evitan la organización de la base trabajadora.
Sin embargo, la “sorpresiva” participación de la base es lo que explica por qué la dirección de la CONTU tuvo que llevar adelante esta medida: hay miles de trabajadores universitarios que quieren salir a luchar en defensa de sus prestaciones, su salario y sus conquistas laborales.
Estos miles de trabajadores requieren la máxima solidaridad del conjunto del sindicalismo universitario, más aún de los sindicatos que se reclaman democráticos como el STUNAM, el SITUAM o el STUACh.
Pese a la muestra de poder de la CONTU, la propia dirección impidió que los 104 sindicatos que aglutinan a 278 mil trabajadores se fueran a paro activo, haciendo del mismo un paro de brazos caídos y del resto de expresiones de solidaridad, paros de apenas una hora.
El secretario general de la CONTU, el priista Enrique Levet, pactó en la cámara de diputados una Convención Nacional de Universidades para el 28 y 29 de octubre, que contará con la presencia de la Conferencia Nacional de Gobernadores (CONAGO), la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) y la Secretaría de Educación Pública (SEP), en la que se discutirá la “solución” para el conflicto universitario.
Es decir, la burocracia sindical a la par de conceder el paro a la base trabajadora, se prepara para contener y desviar el descontento mediante una salida que no puede ser progresiva en el marco de la nula participación de la base trabajadora y la presencia de las autoridades que, como la ANUIES y la SEP, quieren imponer una salida a la crisis de las universidades que se descargue en la espalda de los trabajadores.
En la conferencia de prensa de todas las mañanas, los periodistas preguntaron al presidente Andrés Manuel López Obrador sobre el paro universitario y la demanda por mayor presupuesto. AMLO que respondió categóricamente que no habrá más dinero del que ya se asignó en el presupuesto, condenando a miles de trabajadores universitarios al no pago de sus salarios. |