La respuesta al cambio de gabinete impulsado por el gobierno para salvarse, fueron cientos de miles de personas en las calles, tanto en Santiago, como en otras ciudades del país. En la capital, y mientras anunciaban los cambios en el equipo ministerial, La Moneda estuvo sitiada en todo momento, y miles de personas llegaron marchando hasta el lugar, y miles más se encontraban en el lugar de Plaza Italia; en Valparaíso se realizó una masiva marcha hacia el Congreso; en Antofagasta hubo manifestaciones en distintos lugares y enfrentamientos de cientos de jóvenes contra la represión policial; en Temuco marcharon miles de personas, entre estudiantes, jóvenes, trabajadores y muchísimos integrantes del pueblo mapuche, entre otros lugares.
El gobierno respondió a través de la nueva vocera Karla Rubilar, criminalizando las manifestaciones y con un duro discurso- también por medio de la prensa tradicional- que busca dividir a los millones que continúan movilizándose a lo largo del país. Repusieron una vez más el discurso sobre los "vándalos", "la violencia", mientras la policía continúa torturando, reprimiendo, y matando a manifestantes, y el gobierno intenta instrumentalizar el movimiento y mostrándose "como parte de este".
Ante esto, distintas figuras del Partido Comunista- como Camila Vallejo, Karol Cariola, Daniel Jadue-, y del Frente Amplio- como Gabriel Boric, Giorgio Jackson, Juan Ignacio Latorre- se unieron al discurso criminalizador de Karla Rubilar y del gobierno, y pusieron al centro "la condena a la violencia" "ejercida por manifestantes". Un nuevo favor que le hacen a Piñera y a este cuestionado régimen, que nada tiene para ofrecerle a las grandes mayorías. Ya no solo cumplen el rol de "pata izquierda" del régimen proponiendo medidas estériles, que hasta ellos saben que no van a prosperar, como la acusación constitucional, sino que ahora también avalan los reaccionarios e hipócritas dichos de la derecha "contra la violencia".
En respuesta a los dichos de figuras del FA y del PC, Bárbara Brito, profesora y dirigenta del Partido de Trabajadores Revolucionarios (PTR), y de la agrupación Pan y Rosas, manifestó en su red social twitter que las y los referentes de estas organizaciones "Atendieron rápido al llamado de Rubilar (...) Pero la violencia sabemos que la genera el propio gobierno con tortura, represión, pobreza y haciendo oídos sordos al #FueraPiñera ¡No aguantaremos su discurso criminalizador!", denunció la ex vicepresidenta FeCh.
Y es que hace más de una semana que el gobierno viene organizando, junto a los grandes empresarios y la ex Concertación, una gran operación de desvío de la rebelión popular, con una "agenda social" de puras migajas para no cambiar nada y maniobras de cambio de gabinete que buscan salvar la cabeza de Piñera y a este régimen cuestionado.
En las trampas del desvío para rescatar a Piñera y a las instituciones cuestionadas desde la dictadura, tiene responsabilidad directa el Partido Comunista (PC) y el Frente Amplio (FA), que no quieren que caiga este gobierno con la fuerza de la lucha de clases, con la huelga general y movilización. Al revés, quieren rescatarlo, y son sus mejores salvadores. Su apuesta es una acusación usando las viejas herramientas de la Constitución de Pinochet para buscar un acuerdo parlamentario que voltee a Piñera. ¿Alguien cree realmente, que este parlamento, verdadera casta de ladrones con sueldos millonarios que legislan a favor del gran empresariado y en contra del pueblo trabajador, sacará a Piñera? ¿Cómo lo harán si ni siquiera voltearon a Chadwick o Cubillos? ¿No es acaso la fuerza de las calles, de la huelga general y la movilización, la que puede hacer que caiga Piñera? ¿No es justamente ahora el momento donde tenemos la fuerza para echarlo?
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