Durante el transcurso de la primera semana de noviembre, los y las estudiantes de la Universidad San Sebastián de Concepción se paralizan por primera vez, en treinta años desde su fundación, en respuesta a los anuncios del gobierno de Piñera para así imponer la “normalidad” a la clase trabajadora.

El centro educativo ha tenido relaciones directas con la dictadura de Pinochet y con el gobierno de Sebastián Piñera. El auditorio principal de la universidad tiene el nombre de Marta Montory, fallecida en el año 2002 y que en vida fuera trabajadora social y directora de la escuela de trabajo social de la Universidad de Concepción en época de dictadura y en el transcurso de aquella época acusaba a la CNI a los y las estudiantes disidentes de la dictadura, con el fin de que se le aplicaran tortura, la cual es un delito de lesa humanidad; y por otro lado el gobierno propuso, durante el mes de julio, asignar el cargo de educación superior a Carlos Williamson, quien es el rector de la Universidad San Sebastián actualmente, y que en el 2009 en una entrevista en el diario “El Mercurio” calificó al museo de la memoria de hacer “un uso desvergonzado y mentiroso de una tragedia nacional (...) a todas luces constituye una iniciativa que mostrará una no-verdad, una mirada falsa de una realidad dolorosa que nadie quiere volver a vivir (…) (es) inaceptable que esa memoria quede corta y las futuras generaciones conozcan una grosera falsificación de lo sucedido en esos años”, lo cual da entender que defiende las violaciones a los derechos humanos cometidas en dictadura, y por eso el gobierno no ratificó su cargo, lo cual es ocupada por Juan Eduardo Vargas.

Los y las estudiantes de la universidad no quieren quedarse al margen de las movilizaciones que se realizan en el país desde ya hace tres semanas, quienes además tienen que lidiar con la educación de mercado ya que cada estudiante tiene que pagar, en promedio 5.000.000 de pesos anuales. Una cifra que no corresponden a los sueldos que de la clase trabajadora lo cual no alcanza para cubrir la canasta familiar, precarizando aun más a la juventud y varias familias de la clase obrera.

Las carreras que están paralizadas hasta el momento son: Kinesiología, derecho, trabajo social, obstetricia, nutrición, fonoaudiología, ingeniería industrial, tecnología médica, odontología, administración pública, psicología y pedagogía en física.

La juventud ha demostrado que con su fuerza renovada y confianza en el porvenir, se puede levantar la lucha en respuesta a la represión auspiciada por el gobierno. Para que ya no exista una educación de mercado y que esté al servicio de los trabajadores y trabajadoras; debido a ello, se hace un llamado a continuar la paralización y la realizar una huelga general para que sacar a Sebastián Piñera del gobierno.