El día de ayer una enorme movilización de masas en todo el país, con paro en algunos sectores productivos, cientos de cortes y barricadas, y enfrentamientos durante la tarde que desafiaron la brutal represión, el gobierno de Piñera quedó en un limbo, desgastado y al borde de caer.

La jornada de ayer marcó un nuevo momento de la rebelión popular, con cientos de miles en las calles y mayores enfrentamientos y radicalización en las calles, contra la represión y su trampa "constituyente"

El gobierno respondió sólo con más represión en su discurso: que impulsará querellas por ley de seguridad interior del estado contra "aquellos que han incitado, promovido o provocado delitos". También resguardar el “orden público" y fortalecer a la policía reintegrando a retirados de carabineros y PDI. A la vez que siguió con sus "acuerdos sociales" por "la paz y contra la violencia" y una "nueva constitución" en los marcos del viejo régimen.

Por su parte, Mesa de Unidad Social, no ha convocado nada nuevo, y llaman que Piñera "escuche" el llamado del plebiscito y Asamblea Constituyente manteniendo a Piñera en el poder y a las viejas instituciones. O sea, replicando la política de la "oposición" que ayer se unificó desde la DC al FA para presionar por esto. Hoy ya la DC y otros partidos concertacionistas buscan rápido llegar a un acuerdo porque "no hay tiempo".

Mesa de Unidad Social debe convocar inmediatamente a la huelga general indefinida, con asambleas, comités de huelga y coordinadoras para sacar a Piñera y todo este régimen.

Hay que decir claro:

¡Ningún diálogo ni acuerdo con este gobierno criminal!

¡Fuera Piñera!

¡Plan de lucha y huelga general indefinida para echarlo e imponer una Asamblea Constituyente Libre y Soberana!