Como ya informamos desde este diario, por la mañana del viernes arribó al aeropuerto de Santa Cruz la delegación argentina que viajó para solidarizarse con la lucha del pueblo trabajador boliviano contra el golpe cìvico-militar-policíaco y eclesiástico.
Allí, apenas arribados sufrieron amenazas de parte de partidarios de la derecha golpista y lo más grave aún: por parte del ministro de facto Arturo Murillo.
Esta misma delegación pudo trasladarse luego a Senkata, uno de los departamentos de El Alto donde la resistencia se hizo sentir muy fuerte. La saña del Ejército y la Policía, que sostienen al auto proclamado gobierno de Áñez, contra los pobladores originarios, incluidas mujeres y niñas y niños, fue bestial.
Estamos hablando de violaciones, asesinatos, torturas en comisarías, persecución casa por casa y vejámenes de todo tipo.
Las persecuciones incluyen a militantes del MAS, partido del depuesto Evo Morales. A pesar de eso son los mismos representantes parlamentarios de esa corriente política, que a instancias de Evo, negociaron con el gobierno golpista la pacificación, que incluye un nuevo llamado a elecciones, con el mismo Morales y García Linera (su vicepresidente) proscriptos.
Desde Senkata, representantes de organizaciones como Correpi y el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) han enviado informes en audios y videos que reproducimos en esta nota.
También en horas de la tarde, del mismo viernes, representantes de ATE como Daniel Catalano y Juan Gravois de la Ctep (Confederación de Trabajadores de la Economía Popular) y del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) realizaron un primer informe, donde constan las mismas denuncias.
Audio representante del FOL, desde Senkata
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