Juan Enrique Jara: Un historial de vida pinochetista

Después de su “debut y despedida” de 10 días como Seremi de Energía en la región de Antofagasta, para luego ser removido y puesto en el cargo de Seremi de Justicia y DD.HH., el excandidato a diputado por Coquimbo, Juan Enrique Jara se hizo famoso en la región luego de que éste amenazara con la implementación de la ley de seguridad del Estado para las organizaciones sociales que convocaran a manifestaciones por el estallido social que se vive desde el 18 de octubre, afirmando que “nosotros como gobierno vamos a hacer exigibles todas las responsabilidades penales que establece la ley, a través de querellas de ley de seguridad interior del Estado, y todo aquello que permita que la ciudadanía pueda recuperar el orden público y la paz necesaria”.

Tras estos escandalosos dichos, medios de prensa comprobaron de que justamente se trata del hijo del teniente coronel en retiro del Ejército, Juan Renán Jara Quintana, quien se encuentra condenado a 15 años y un día de presidio mayor en su grado máximo por ser justamente uno de los autores del asesinato de personas como Littré Abraham Quiroga Carvajal (exDirector general de prisiones) y el cantautor y dramaturgo Víctor Lidio Jara Martínez.

Es así que Juan Enrique Jara, abogado de la Universidad de los Andes y militante de la UDI se ha encontrado durante toda su vida relacionado a la derecha, figurando incluso en el minuto 37:42 del documental “I Love Pinochet”, en donde, como candidato de la UDI, justificaba la dictadura cívico militar, afirmando que la responsabilidad de la violación a los DD.HH. correspondería a “hechos aislados” de personas individuales, en donde -según él-, la dictadura a fin de cuentas fue un rescate para Chile.

“Siento que fue una cuestión inevitable lo que ocurrió. Me duelen ciertas situaciones sí como cristiano, como católico, cuando hubieron violaciones a los DD.HH. obviamente que hay una cuestión que te molesta así un poco, pero en especial con personas, no así como el gobierno (militar) en general, sino que de repente funcionarios, militares. Pero sí en términos generales Chile se rehízo. O sea, hoy día es uno de los países más pujantes de América Latina, y en muchos países se está copiando en el fondo lo que se hizo en Chile; vemos Uruguay, Argentina. Vemos que EE.UU está analizando la reforma previsional que se hizo en Chile para crear el fondo de pensiones. En el fondo eso igual es lo que nos llena de orgullo lo que se hizo en Chile.” afirmó Juan Enrique Jara.

Posteriormente, en 2009 fue candidato a diputado por la Región de Coquimbo, en donde en reiteradas entrevistas se refirió a la educación como un bien de consumo, en donde propuso un proyecto que que buscaba “que las familias más pobres puedan elegir colegios más caros para sus hijos, apoyados por un subsidio del gobierno y entregar un bono para que ellos consuman mejor educación”.

Actualmente, además de figurar -paradójicamente- como actual Seremi Secretario Regional Ministerial (Seremi) de Justicia y Derechos Humanos de Antofagasta, Jara se define como religioso y “pro-vida”, siendo incluso conocido por ser un activista contra los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, siendo incluso un opositor a la píldora del día después y del aborto en sus tres causales. Promoviendo además discursos de odio de corte xenofóbico hacia personas migrantes. Sin embargo, toda esta información que se podría encontrar en sus redes sociales, fue puesta de manera privada, en donde no se puede acceder de forma pública a sus comentarios en Twitter, siendo la misma situación en su cuenta de Facebook.

El tablero del Gobierno: El revanchismo de la derecha

No es primera vez que el pinochetismo se hace presente en las filas del segundo gobierno de Sebastián Piñera. Y es que pasando por escándalos como el episodio de Mauricio Rojas, quien afirmó que el Museo de la Memoria era un “montaje”, hasta Marcela Cubillos en la “campaña del Sí” o incluso las imágenes de Andrés Chadwick en la ceremonia del Cerro Chacarillas junto al dictador y genocida Augusto Pinochet, hasta los videos de Sebastián Piñera entregando su apoyo a Pinochet cuando se encontraba preso en Londres.

Los vínculos con la dictadura son así parte del material genético de este gobierno, y lo vemos no sólo en la dura represión que avala por parte de Carabineros, sino que también ubicando dentro del tablero de gobernaturas y cargos de gobierno a figuras relacionadas al pinochetismo. No es casualidad que el mismísimo hijo de uno de los asesinos de Víctor Jara se encuentre hoy, en plena rebelión popular chilena, se encuentre como Seremi de Justicia y DD.HH. Una completa burla.

En este sentido, el vocero de la Agrupación Providencia, Héctor Maturana, afirmó que: “nos dimos cuenta que no hubo transparencia en la designación de Juan Enrique Jara como Seremi de Justicia. Es un cargo que está ligado a justicia y derechos humanos. Al momento de asumir, él debió haber dicho que no correspondía por las implicancias de su padre. Para nosotros es un hecho gravísimo la poca transparencia en su designación”.

A su vez, Maturana agregó que “en este mes (noviembre) no hemos tenido ningún contacto. Ellos como gobierno han hecho una pésima labor. La seremi de justicia y derechos humanos en ningún caso se ha referido a las muertes y violaciones que han sufrido los manifestantes en este estallido social, en ningún caso se han referido a las personas que han perdido sus ojos producto de los perdigones que dispara Carabineros. No hay información ni postura respecto a estos temas”.

El gobierno ha buscado por todas partes dividir a la población que hoy en día se encuentra manifestándose, criminalizando la movilización, e implementando medidas súmamente autoritarias y leyes provenientes de la dictadura como la ley de seguridad del Estado. Con esto busca imponer una normalidad a costa de represión policial, física, pero también legal, a través de la persecusión política, como se ha realizado en contra de Dauno Tótoro, excandidato a diputado en Santiago de Chile y dirigente del Partido de Trabajadores Revolucionarios.

Frente a esta situación, y frente a los pilares y las herencias de la dictadura que hoy se encuentran expresados en rostros como los de Juan Enrique Jara, debemos desplegar una campaña por manifestarnos libremente sin represión policial, sin ley de seguridad del Estado. Una campaña organizada desde los lugares de trabajo y estudio, en donde la persecusión política ya se ha expresado en despidos hacia periodistas, transportistas, profesores y diversos trabajadores del servicio público como lo hemos visto en Antofagasta.

Acabar y hacerle frente a la represión es una de las tareas a la orden del día para acabar con el Chile de los abusos, de la explotación y de la miseria. Ese Chile que la dictadura dio a luz, y que la derecha se niega a perder.