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5 de diciembre de 2019 Twitter Faceboock

Suéter, una banda a contracorriente
Úrsula Morales

Hablar de Suéter es contar una de esas historias de rock tan particulares como asombrosas que se dio en la música argentina. Emblema del pop rock ochentero, la banda que tuvo que atravesar viento y marea, entre el under y el mainstream, entre el éxito y las idas y vueltas, hoy a casi cuarenta desde su formación, la banda que fue comandada por el iconoclasta Miguel Zavaleta, está hoy entre las mejores y más importantes de la historia del rock argentino. Esta es su peculiar historia.

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…había una vez, un Miguel Zavaleta

Hacia 1976, Miguel Zavaleta era un joven de 21 años, estudiante de abogacía y aficionado al rock and roll y era cadete en la revista Pelo, donde conoció a destacados artistas como Javier Martínez y Claudio Gabis (ambos integrantes de Manal) y comenzó cantando en un grupo de rock psicodélico y teatral llamado Bubu. Además de cantar, solía hacer performances y algún que otro tipo de despliegue artístico.

En ese año, Argentina sufrió un nuevo golpe de estado, cuando las FFAA derrocaron al gobierno de Isabel Martínez de Perón, el 24 de marzo. El gobierno de facto se autodenominó como Proceso de Reorganización Nacional. Para 1978 y en vísperas de sacar su primer trabajo discográfico de estudio, Zavaleta se retira de la banda. En 1979 se exilia, debido a que la dictadura busco por todos los medios (censura, persecución, listas negras) acallar toda voz encontra del régimen. Zavaleta decide exiliarse a España.

Allí volvería a tener contactos con otros músicos también exiliados, como Miguel Abuelo, Cachorro López y Daniel Melingo, quienes luego formarían el grupo Los Abuelos de la Nada. En 1980, decide volver al país con el fin de terminar sus estudios universitarios, sin embargo, al cabo de un tiempo, los vuelve abandonar y decide formar una banda de rock.

El comienzo de un largo camino

A principios de 1981, Zavaleta formó la banda Suéter junto a Gustavo Donés (bajo), Juan del Barrio (teclados) y Jorge Minissale (guitarra). Contaron entre sus filas a Fabiana Cantilo, Claudia Puyó y Celsa Gowland en voces, y con quienes edita su primer trabajo de estudio del mismo nombre que la banda, en 1982. En ese disco la banda contenía tópicos atípicos para un grupo de rock, aun inclusive tan experimental como ellos, y que estaban de por fuera de las letras que estaban dándose en ese contexto de la música new wave (algunas románticas, otras carentes de sentido y/o posmodernas o bailables). Como una humarada hacia los militares, el disco pensaba titularse como La reserva moral de Occidente, pero se descartó para evitar la censura.

La banda, aunque estaban dentro del movimiento new wave, en si estaban alejados de la del sonido hegemónico y electrónico, ya que la banda tenía un sonido progresivo, art rock y vanguardista, debido a que sus músicos venían tocando desde los años 1970. Todas las canciones de este álbum debut, tenían como sostén el humor.

Para ese entonces, la crisis política, económica y social se habia agudizado profundamente. En ese año, Argentina entra en guerra con Inglaterra por el control de las islas Malvinas y una de las primeras cosas que hacen es los militares es sacar un absurda ley que prohíbe la música en inglés.

Aunque el disco resultó un fracaso en ventas, a fines de ese mismo año (1982), los Suéter son invitados por Charly García a ser la banda soporte junto los ya mencionados Abuelos de la Nada en el Estadio Ferrocarril Oeste, siendo su debut oficial el 25 de diciembre.

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Pese a los preparativos para la ocasión, no fueron bien recibidos: el público los rechazó arrojando objetos al escenario y Zavaleta procedió a insultarlos. Años más tarde, Zavaleta diría que fue la única persona que se atrevió a responderles en un estadio con más de 25.000 personas que los insultaban. Aun con todo lo anteriormente mencionado, la banda comenzó una larga y exitosa gira que los llevaría a recorrer todo el país entre 1982 a 1983.

El punto culmine ocurrió el 13 de julio de 1983, cuando tocaron en el Estadio Obras Sanitarias, el Templo del rock como se lo conocía, y consagrándolos a nivel masivo. En paralelo, tras la derrota de la guerra de las Malvinas y la decadente dictadura militar en retirada, se llaman a elecciones generales y el candidato presidencial por la UCR, Raúl Ricardo Alfonsín gana las elecciones presidenciales. Tras siete años de terrorismo de Estado, persecución, tortura y muerte, y que dejó como saldo más de 30.000 desparecidos, retorna la democracia en el país.

En ese periodo, comienzan a proliferar muchas bandas marginadas o que estaban en la periferia de la escena, y que respondían a la corriente new wave. Se dan conocer nombres como Virus, Los Twist, Viudas e Hijas de Roque Enroll, GIT, Soda Stereo y Los Helicópteros. Todas están bandas están dentro del movimiento llamado Música divertida, caracterizado por su sonido bailable.

En 1984, con par de cambios en su formación, aun se mantiene el trío creativo de Zavaleta/Minissale/Donés y se incorpora a la banda, un arquitecto y devenido en músico, Fabián Quintiero, apodado el Zorrito y que entraría como tecladista invitado. Una noche, y mientras bromeaban, Zavaleta apodó a Quintiero con el nombre “Von”. Este hecho marcó la carrera de dicho artista posteriormente al incorporarse a Soda Stereo un año después. En ese año, la banda edita su segundo disco, titulado Lluvia de gallinas.

En ese disco, la canción Amanece en la ruta, se convirtió en un éxito rotundo y se volvió un clásico de la historia del rock local. En ese mismo disco están, Mamá plánchame la camisa (que sería uno de los primeros videoclips musicales producidos en el país) y Nada es como fue, dedicado a las Madres de Plaza de Mayo y a los detenidos-desaparecidos en la dictadura. Aun si, la banda no consideraba que este trabajo fuera en su momento su gran oportunidad de alcanzar el éxito masivo.

A mediados de la década del 80’s, los integrantes de Suéter comienzan a participar en diferentes proyectos musicales, generando en el ambiente una posible separación. Sin embargo, Charly García vuelve a contactarlos, esta vez para producir un nuevo álbum de estudio.

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Igualdad de derechos

Con García a la cabeza como productor, la banda edita su tercer disco, llamado 20 caras bonitas, en este disco contiene las canciones más exitosas del grupo como Vía México, canción bastante difundida que hablaba sobre la ilegalidad del divorcio, en momentos en que la Argentina se preparaba para establecer la ley que lo admitía en el senado.

También se encontraban el reggae El anda diciendo, la crítica social Comiendo gelfite the fish, el cover Jugo de tomate frío de Manal y Noche sin regreso, sobre las mujeres que viven en las calles prostituyéndose, entre otros.

El éxito ya era enorme para la agrupación bonaerense, sin embargo, desacuerdos musicales con García, hacen que el guitarrista Jorge Minissale se aleje de la banda, quedando Zavaleta y el bajista Gustavo Donés como miembros estables de la formación de 1981.

En ese mismo año, se produce el Juicio a las Juntas, un proceso judicial en donde se busca la responsabilidad penal por crímenes de lesa humanidad perpetrados por los militares de la dictadura autodenominada Proceso de Reorganización Nacional. En el banquillo de los acusados se encuentran a Jorge Rafael Videla, Orlando Ramón Agosti, Emilio Eduardo Massera, Roberto Eduardo Viola, Omar Graffigna, Armando Lambruschini, Leopoldo Fortunato Galtieri, Basilio Lami Dozo y Jorge Anaya. Todos son declarados culpables.

Tras el éxito de 20 caras bonitas, la banda con nueva formación, se embarcó en un disco más experimental, una ópera rock cuyas canciones como el arte de tapa del disco, contribuyen a una obra conceptual que describe la hipotética primera expedición argentina en la luna. El disco se tituló Misión ciudadano 1, y fue grabado entre los meses de julio y septiembre de 1987. Dentro del arte de tapa, se lee la leyenda: El Suéter del año 1987: tres astronautas pletóricos de argentinidad tratando de trasladar nuestro caos al cosmos, cuya interpretación consiste en los problemas socios-políticos que atravesaba la Argentina a fines de la años ochenta. Sin embargo, la compañía grabadora no difundió el disco en las tiendas y los miembros de la banda, tenían que salir a tocar todos los lugares en donde podían presentarse. En 1988, la banda entra en un impasse indefinido.

Una caída, pero no el fin

Sin la autorización de ningún integrante de Suéter, la compañía Interdisc (hoy Universal Music Group), edita el compilado Sueter Completo. Con la estafa por parte de la disquera, desavenencias y otros conflictos internos, en 1989, Suéter se separó. En ese mismo año, se producen múltiples acontecimientos importantes tanto en el país como cuando ocurrió la batalla de La Tablada, en la provincia de Buenos Aires, dirigida por el Movimiento Todos por la Patria (MTP). También se adelantan las elecciones presidenciales, debido a la poca popularidad del gobierno de Alfonsín y comienza el periodo político que caracterizará la cara más brutal del neoliberalismo en los noventas: el menemismo. Para fines de se mismo año, se produce una hiperinflación, debido a la mala administración económica del flamante gobierno radical.

En el mundo, se producen las Revoluciones de 1989: la disolución del Telón de acero en Europa, la caída del Muro de Berlín, poniendo fin a la Guerra Fría y se producen las protestas en la plaza Tiananmén en China. Las revoluciones de 1989, anunciaron la desaparición de la Unión Soviética dos años después.

El Ave Fénix renace de sus cenizas

A comienzos de los años 1990, Argentina entra en un periodo de privatizaciones estatales, la economía aunque pareciera estable (empieza la ley de convertibilidad), empieza a mostrar sus falencias: despidos masivos, pobreza, aumentos en los impuestos, déficit fiscal, empresas que se van del país y crisis sociales. Con el capitalismo como sistema dominante tras la caída del Muro de Berlín, los medios hablaban de un nuevo rostro de este sistema. La posmodernidad, adquiere un auge impresionante. La lucha de clases parece algo del pasado, pero el rock no escapa a esto. La brecha social entre las bandas como Soda Stereo, Babasonicos o Peligrosos Gorriones, es evidente: estas muestran un estilo que no hace hincapié en los conflictos sociales, debido a su carácter cosmopolita y desenfadado. Por otra parte, aparecen otros grupos como La Renga, Hermética o Bersuit Vergarabat, quienes muestran la inconformidad y la decadencia argentina en sus letras, llenas de crítica al orden establecido.

Tras no poder lanzarse como solista, Miguel Zavaleta se toma un impasse de la música, aunque en paralelo colabora con bandas nuevas que empezaron a surgir en los barrios más populares de Buenos Aires, como Bersuit Vergarabat, Los Auténticos Decadentes o Los Pericos. En 1993, Zavaleta decide reflotar a Suéter, aunque sería el único miembro original de toda la formación. Dos años más tarde, en 1995, con esta nueva formación, Suéter lanza al mercado, su quinto trabajo de estudio, al que llamaran Sueter 5. Este material es producido por Andrés Calamaro.

Zavaleta ha declaró que el disco estaba dedicado a todos los portadores del VIH y del sida. De este material, se destaca la canción Extraño ser, una de las más famosas de la banda junto con Amanece en la ruta. La más destacable del álbum con la temática directa sobre el sida y la homosexualidad: Desvanecidos, que narra la historia real de cuatro amigos de Zavaleta, que murieron enfermos por dicho virus. La tapa del disco, estaba representada con los colores de la bandera LGBT. En sí, el disco refleja el estigma de que sufren las personas que son del colectivo LGBTTIQA y cómo se las relaciona directamente con esa enfermedad de transmisión sexual. Ellos como representantes de la cultura expresaron la demanda del colectivo.

Fin de un largo camino

Tras este regreso, Zavaleta decide nuevamente retirarse de la música por un tiempo, disolviendo la banda otra vez. El cantante se volcó al tango y no fue hasta 2002, que decidió volver a reunir a la banda, esta vez con la formación original del primer disco: Zavaleta (voz y teclados), Jorge Minissale (guitarra), Gustavo Donés (bajo) y Juan del Barrio (teclados). Siguieron dando conciertos exitosos por todo el país, a modo de nostalgia. Se tenía pensado editar un sexto disco de estudio, tras casi doce años de Sueter 5, sin embargo, el 8 de diciembre de 2007, muere el bajista Gustavo Donés y los miembros sobrevivientes deciden separar la banda de manera definitiva. Tras esto, sus integrantes han tenido un reconocimiento exitoso con sus proyectos solitarios.

La historia de Suéter es sinónimo de lucha, superación, resistencia, el éxito, el fracaso y la tragedia, por fin tuvo sus frutos, dándoles el reconocimiento, que les fue esquivo por décadas.

Por esta banda pasaron múltiples músicos que luego tendrían también carreras exitosas como Hilda Lizarazu, Fabián Quintiero, Claudia Puyó y Alejandro Desilvestre.

Su estilo musical tan particular, que tenía influencias tan dispares como el new wave, el rock psicodélico, art rock, funk, disco o sinfónico, los hizo únicos e irrepetibles. Esto y mezclando letras humorísticas y bailables, aunque también con baladas pop rock con letras más cercanas al amor y de contenido crítico, político y social. Actualmente Suéter es considerada como de las mejores bandas de rock tanto de Argentina como de Latinoamérica, como Soda Stereo, Los Redondos y Sumo.

 
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