A principios de semana, la Comisión de Honestidad y Justicia del MORENA presentó un requerimiento para la separación de la senadora de Sonora, Maria Lilly del Carmen Téllez. Esto debido a sus reaccionarias posiciones sobre el derecho a decidir de las mujeres sobre sus cuerpos, mismas que según argumenta la comisión, van en contra de los principios políticos del partido.

Con esta medida parecía que el partido gobernante y hegemónico en el Senado, daba un giro en cuanto a la relación con los elementos más reaccionarios en sus filas. Sin embargo días después, otra senadora de MORENA causaría polémica con sus conservadoras propuestas.

Es el caso de Soledad Luévano Cantú, senadora del partido por Zacatecas, que el 11 de diciembre presentó una iniciativa que busca restaurar la colaboración entre las asociaciones religiosas y el Estado mexicano, misma que fue prohibida en 1861 por el entonces presidente Benito Juárez.

Se trata de una ambiciosa propuesta de reforma a la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, que no pudo ser consolidada en sexenios anteriores por gobiernos como los de Vicente Fox y Carlos Salinas de Gortari.

En su contenido, esta propuesta coincide con las iniciativas impulsadas en medios de comunicación por parte de la Iglesia Evangélica y que en países como Estados Unidos, Brasil y Guatemala, logró catapultar las candidaturas presidenciales de personajes reaccionarios como Jair Bolsonaro, Jimmy Morales y Donald Trump.

MORENA: contra el Estado Laico y los derechos de las mujeres

La iniciativa presentada por Luévano, contempla la modificación de diferentes artículos y fracciones en términos de: permitir la promoción entre el Estado y asociaciones religiosas para el desarrollo cultural y social de las personas en los tres niveles de gobierno; la “asistencia espiritual” con espacios físicos en instituciones de asistencia social, de salud, estaciones migratorias, cuerpos armados y policíacos; difusión de ideologías y actos de culto religioso en medios masivos de comunicación, sin autorización previa de la Secretaría de Gobernación.

A esto se suma también la flexibilización en el régimen para que las iglesias tengan propiedades, así como la “objeción de consciencia” por motivos religiosos para funcionarios y servidores estatales, misma que ya se aplica en estados como Nuevo León y con la cual, personal médico esta facultado para negar servicios de salud para personas migrantes, de la comunidad LGBTTTI, indígenas, pacientes con VIH y/o las mujeres que soliciten un aborto.

Ricardo Montreal, coordinador de la bancada de MORENA en el Senado, argumentó que la propuesta de la senadora Luévano, debe ser discutida en el grupo parlamentario y que “todas las voces serán escuchadas”. No es la primera vez que el MORENA se acerca peligrosamente a los planteamientos políticos de grupos conservadores y religiosos.

En su conferencia matutina de hoy, Andrés Manuel López Obrador planteó que la separación de la Iglesia y el Estado es un tema resuelto hace siglo y medio. Sin embargo, ya antes se ha mostrado proclive a otorgar espacios en radio y televisión a las iglesias, frecuentemente tiñe sus discursos y su política con una ideología religiosa, y respecto a la despenalización del aborto dijo recientemente que tiene otros asuntos que atender.

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No olvidemos, además, que el MORENA ha sido fundamental para el fortalecimiento de la derecha evangélica representada en el PES, su aliado.

De avanzar esta iniciativa de reforma propuesta por una de las senadoras de MORENA que enarbola las banderas de la “Cuarta Transformación”, ésta representaría una nueva amenaza para los derechos conquistados con la lucha y sangre de miles de mujeres, comunidad LGBTTTI, indígenas, migrantes y trabajadores, que en el pasado y presente, seguimos luchando en México, el continente y el mundo, por una demanda histórica y democrática muy sentida: Iglesia y Estado ¡asuntos separados!