El CEO de Grupo VivaAerobus, Gian Carlo Nucci, renunció a su puesto el pasado 24 de enero. Según el comunicado de la empresa, su salida se debió a motivos personales, pero no sería descabellado argumentar que el paro que realizaron los sobrecargos los días 5 y 6 de enero afectara la confianza de los accionistas en su capacidad de manejar la empresa.
La acción de las y los trabajadores aeronáuticos tuvo alto impacto mediático a nivel internacional, debido a que se trata de un sector estratégico y porque los usuarios afectados denunciaron que continuamente reciben mal servicio por parte de la empresa.
Durante la jornada de lucha, las y los sobrecargos evidenciaron las precarias condiciones en las que trabajan, con violaciones a las normas internacionales y nacionales en materia laboral aérea, malos salarios, jornadas excesivas, acoso y hostigamiento, por mencionar algunas.
Los directivos con la vista en el cielo
La visión de la empresa es distinta, mencionan que son una empresa competitiva que maneja los precios más baratos del mercado en México, pero ocultan a su conveniencia las pésimas condiciones de sus trabajadores, desde los pilotos hasta el personal de apoyo en tierra.
Las tarifas ultraeconómicas son a costa de la precarización de cientos de trabajadores y sus familias, lo que además trae consigo condiciones de inseguridad para los usuarios.
La jornada de paros de los sobrecargos de VivaAerobus sin duda fue un factor para la salida de su CEO, ahora es necesario mantener y profundizar la organización desde abajo con mecanismos democráticos de toma de decisiones, eligiendo delegados que lleven las demandas de las bases.
Esta organización es la que permitirá arrebatar mejores condiciones para los trabajadores de VivaAerobus y sentará un precedente para futuras luchas del sector aeronáutico. | 
