Con familiares de víctimas de gatillo fácil de todo el país, organismos de derechos humanos y parte de la comunidad del barrio Hipódromo, se recordó en La Plata al joven asesinado por el bonaerense Diego Flores.
Este sábado se realizó una nueva jornada antirrepresiva, organizada por el Colectivo contra el gatillo fácil de La Plata, a siete años del asesinato de Omar Cigarán a manos del policía bonaerense Diego Walter Flores. Vale recordar que el caso ocurrió durante la gobernación bonaerense de Daniel Scioli y platense de Pablo Bruera (ambos de Frente para la Victoria) y la impunidad se mantuvo durante las gestiones macristas de María Eugenia Vidal y Julio Garro.
La actividad arrancó apenas pasadas las 14 en la plazoleta ubicada en la intersección de las calles 115 y diagonal 80, a pocas cuadras del lugar donde se produjo el asesinato y donde se emplazaron en los últimos años murales en memoria de Omar, de Johana Ramallo, de Santiago Maldonado y contra la represión del Estado en general. La jornada finalizó con la restauración del mural por Omar y el emplazamiento de un cartel con el que se bautizó al lugar “La placita de lxs pibxs”.
La madre de Omar, Sandra Gómez, recordó durante la jornada que este sábado 15 (el mismo día en que su hijo, siete años antes, fue asesinado de un tiro en el pecho por el oficial Flores) también cumplió años el Colectivo contra el gatillo fácil, un espacio que nació justamente a partir del caso de Omar y de que su madre empezara a organizarse con varios compañeros y compañeras, organizaciones, militantes sociales, trabajadoras y trabajadores de niñez y otros sectores.
Acompañando a Sandra y su reclamo de verdad, justicia y castigo a asesino Diego Walter Gómez, estuvieron presentes madres, madres y hermanes de víctimas de gatillo fácil, torturas y muertes en comisarías y cárceles de La Plata y otros lugares del país. Marta Ramallo, madre de Johana (desaparecida y asesinada en La Plata, quien era amiga de Omar); Yamila Catalán, hermana de Darian Barzábal (asesinado en un patrullero en Los Hornos); Eugenia Vázquez, hermana de Andrea Viera (asesinada en una comisaría de Florencio Varela); Juanchi Bendrame, hermano de Gonzalo Domínguez (uno de los pibes masacrados en San Miguel del Monte) y Matilde Rojas, madre de Elías Soto (uno de diez jóvenes muertos en la comisaría de Esteban Echeverría).
También estuvieron familiares de Germán Gómez Ávalos (“suicidado” en una celda de la comisaría de Alejandro Korn); de Germán Gómez (asesinado por un gendarme en Merlo); de Diego Cagliero (asesinado por la Bonaerense en Tres de Febrero); entre otros. Y desde Salta viajó especialmente para la jornada Jorge, padre de Javier “Gury” Farfán, asesinado el año pasado en la capital de la provincia del norte argentino por la Policía provincial.
Como en cada oportunidad, por esos casos y tantos otros, también dijeron presente diversas organizaciones de derechos humanos y políticas. La organización a cargo del Colectivo contra el gatillo fácil e HIJOS La Plata fue acompañada por Correpi, La Poderosa, miembros de la Comisión Provincial por la Memoria, el Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (CeProDH), el Frente Popular Darío Santillán y desde la izquierda Opinión Socialista, el Partido Obrero Tendencia, el Partido de Trabajadores Socialistas (PTS), entre otras.
La jornada se desarrolló con un micrófono abierto mientras se repintaba el mural en memoria de Omar y de varios jóvenes víctimas del accionar represivo del Estado de la región. Además hubo números artísticos de la mano del músico Pepo, la banda Cabra da Peste, el músico Abelardo Martín y el cierre artístico estuvo a cargo de la murga platense Tocando Fondo.
El mural fue restaurado y así quedó en la esquina de Diagonal 80 y 115
La actividad finalizó cuando el sol comenzaba a caer, con la proyección de un video producido por el Colectivo contra el gatillo fácil y titulado “La ley me quiere muerto”, una recorrida por distintas comisarías de la ciudad de La Plata contando la relación que tienen esas dependencias con distintos casos de gatillo fácil o de tortura y muerte.
Las últimas palabras las dirigió Sandra Gómez, con su voz atravesada por el dolor, la fortaleza de la lucha y la indignación de una madre que la impunidad la enfrentó a la situación de cruzarse al propio policía asesino de su hijo en el tren cuando éste se dirigía a Quilmes. “¡Justicia por Omar!”, “¡Omar Cigarán presente, ahora y siempre!”, “¡Todos los pibes y las pibas asesinados por la yuta presentes!” y “¡Ni un pibe menos, ni una piba menos!” fueron las consignas gritadas por todas las personas presentes.
