En Mayo del año reciente, HuaWei fue prohibida por el gobierno de Trump y puesta en una lista negra. La razón que desde EEUU se repitió hasta el cansancio fue que, supuestamente, las instalaciones necesarias para el 5G de HuaWei representaban un riesgo para la seguridad nacional norteamericana (posible espionaje). Pero probablemente no sea ésta la verdadera razón detrás de este embrollo. Lo analizaremos a lo largo de este artículo.
El pasado mes de enero el gobierno británico ha decidido dejar que Huawei participe en la instalación de su red 5G en Reino Unido, a pesar de las presiones y advertencias por parte de EEUU
Previamente a la decisión, una delegación de altos funcionarios estadounidenses presentó un "dossier" de información a ministros y funcionarios británicos, alegando que Huawei representa un riesgo para la seguridad nacional del Reino Unido.
Pero a pesar de la presión recibida por parte de EEUU, y frente a la carencia de pruebas fehacientes que demuestren que los chinos pretenden espiar a través de las instalaciones de HuaWei, el gobierno británico decidió ignorar los consejos y advertencias estadounidenses y permitir que la empresa china participe en la instalación de su red 5G en su país.
Los británicos señalaron que pondrían algunas “restricciones” a modo de prevención. Por ejemplo, se la excluirá de “redes de seguridad crítica”, como instalaciones militares y nucleares.
Huawei ha estado invirtiendo en Reino Unido y en algunos países de Europa, incluidos Francia, Alemania, Italia y Polonia. Los británicos sostienen que sin la ayuda de Huawei, la introducción de una nueva banda ancha superrápida se retrasaría y la economía de Reino Unido se vería dañada.
¿Espionaje o algo más?
El crecimiento chino en materia económica y tecnológica, junto con la expansión de sus empresas y capitales, posicionan al gigante asiático como un competidor global cada vez más peligroso para los intereses norteamericanos, tanto en términos económicos como geopolíticos. Como consecuencia, EEUU y China se enfrentan en una “guerra comercial” en la que se disputan la hegemonía. Si bien el conflicto se expresa como “comercial”, no es éste su principal fundamento. El mecanismo comercial tiene dos objetivos centrales: presionar a China para detener su avance, y mejorar las condiciones de entrada o de permanencia en EEUU de las propias empresas norteamericanas.
Si el gigante asiático quiere conquistar nuevos mercados, tendrá que conseguir los medios para hacerlo. Tiene los países para comerciar, la mano de obra (humana y robótica), el capital, la infraestructura, las patentes con las ideas de los productos (estableciéndose como el país con más patentes presentadas en los últimos años, batiendo nuevos récords), la materia prima (a través de lazos comerciales con América Latina y África), y se encuentra construyendo las vías de transporte que permitan llevar sus productos desde China a Medio Oriente y Europa (la Nueva Ruta de la Seda).
Nueva Ruta de la Seda china
Pero hay un recurso que China aún no ha logrado desarrollar al mismo nivel que los norteamericanos, y que a su vez representa una de las áreas más cotizadas dentro del mercado internacional. Analicemos más en profundidad este punto.
Google y Facebook pasaron a estar en la cima del mercado mundial en la última década. ¿Cómo? Ofreciendo sus servicios de forma “gratis” al usuario, a cambio de información personal. Esto quiere decir que, si bien el usuario no paga por los servicios de las empresas, el beneficio que estas extraen es el acceso a los datos del mismo (como por ejemplo ubicación, contactos, lugares frecuentados, estilos de páginas visitadas, productos consumidos, actividades preferidas, gustos en común con otros usuarios, etc.) que serán utilizados para dirigir las ventas de las empresas según el perfil del usuario.
De esta forma, Google y Facebook extraen información personal de sus usuarios y utilizan algoritmos de inteligencia artificial (más particularmente de “machine learning”) para crear diferentes “etiquetas” con las que los claisifican según sus intereses de consumo. Estas etiquetas son entonces vendidas a las empresas publicitarias, que luego envían los anuncios de los productos a los usuarios específicamente seleccionados.
Para que el lector o la lectora tenga una idea más clara de cómo es que se realizan este tipo de clasificaciones, se le recomienda ver cuáles son las etiquetas que Google le ha adjudicado, haciendo click aquí.
Esta nueva forma de hacer publicidad, conocida como “publicidad dirigida”, evita que los usuarios sean bombardeados con anuncios de productos que nunca consumirían, como sucede, por ejemplo, en las publicidades televisivas. Con la publicidad dirigida, el usuario recibe anuncios sólo de productos que probablemente sean de su interés, prestando más atención a éste, aumentando así la posibilidad de compra.
Ya dijimos que China tiene los países con quien comerciar, la mano de obra, el capital, la infraestructura de producción y almacenamiento, las patentes, la materia prima, y está construyendo las vías de transporte para hacer llegar su mercadería de forma óptima y a menor costo. Pero aún le sigue faltando algo indispensable: medios de venta que compitan contra los gigantes Google, Facebook y Amazon.
Google compró a Youtube en 2006 por 1.650 millones de dólares. Facebook compró a Instagram en 2012 por mil millones de dólares y a Whatsapp en 2014 por 19 mil millones de dólares. Y les salió bien. ¿Por qué? Porque de esta forma lograron hacerse de los datos de una parte importante de la población mundial, junto con los medios para hacerles llegar los anuncios publicitarios según sus gustos e intereses, ubicándose así en los primeros puestos del mercado internacional.
Google y Facebook se transformaron (en la última década) en las multinacionales publicitarias más caras del mercado. Y no ha existido ningún competidor que les represente una amenaza. Hasta ahora.
¿Por qué con HuaWei?
En esta nueva era, quien tenga el monopolio de los datos, tendrá el monopolio de la venta.
Navegamos por internet, chateamos, accedemos a las redes sociales, leemos, vemos videos y películas, vendemos y compramos, todo a través del teléfono móvil. Quien tenga acceso a esta información podrá saber fácilmente cuáles son nuestros intereses de consumo.
Los smartphones son el medio más efectivo para la publicidad dirigida. Son la base de datos más personalizada y precisa que las empresas puedan llegar a tener sobre sus posibles consumidores. Y a medida que pasa el tiempo, más diversa es su utilidad, y por ende, más son los datos que recopila.
HuaWei era la tercera marca de teléfonos móvil más vendida en EEUU y Europa, hasta que Trump la puso en una lista negra. Como consecuencia de esto, Google impidió a los teléfonos HuaWei el acceso a Android, y con ello a todas las aplicaciones que se descargan desde la Google Play Store (que son la gran mayoría), lo que produjo una caída considerable en las ventas de la empresa china.
No es sólo la posibilidad de espionaje lo que tanto molesta a la administración Trump, probablemente ni siquiera sea ese el problema. “Espiar” vendría a ser la palabra de mala connotación para decir “quedarse con tus datos”, algo que Google y Facebook (y todas las páginas de internet y apps “gratis”) hacen desde hace ya varios años.
China tiene los países con quien comerciar, la mano de obra, el capital, la infraestructura de producción y almacenamiento, las patentes, la materia prima, y está construyendo las vías de transporte para hacer llegar su mercadería de forma óptima y a menor costo. Pero aún le sigue faltando algo indispensable: medios de venta que compitan contra los gigantes Google, Facebook y Amazon.
Son dos los aspectos principales que tanto debe asustar a EEUU con respecto a la expansión de HuaWei. Por un lado está la preocupación de que se transforme en líder tecnológico con sus redes 5G, campo en el que les viene sacando kilómetros de distancia. El 5G es la base del “internet de las cosas” y, por ende, es la tecnología clave para la siguiente gran generación de productos y servicios digitales. Quien llegue antes y mejor tiene mucho que ganar económicamente. Pero por otro lado, y no menor, es que si HuaWei lograra posicionarse como el teléfono más vendido, podría convertirse en la plataforma más grande de recolección de datos, entrega de publicidad y venta de productos chinos alrededor del globo, expandiendo así los lazos comerciales del gigante asiático por todo el mundo. De lograrlo representaría además una amenaza para las norteamericanas Microsoft, Google, Amazon, Apple y Facebook, que se encuentran dentro de las 6 empresas más cotizadas del mercado.
Con la excusa del peligro por espionaje por parte de HuaWei a través de sus instalaciones de 5G, la administración Trump ha logrado poner a la empresa china a un costado del tablero.
La batalla por la venta continúa
Baidu vs Google, Alibaba vs Amazon, WeChat vs Whatsapp (Facebook). Medios de venta chinos vs medios de venta estadounidenses. El nacimiento de internet, los buscadores, las redes sociales y las plataformas de venta online han introducido toda una nueva forma de venta. Un negocio que puso a empresas como Google, Amazon y Facebook en los primeros puestos del mercado mundial. Un nuevo campo comercial en disputa. La batalla por hacerse de los medios de venta es algo completamente nuevo que veremos qué forma irá tomando a lo largo del tiempo.
Un dato importante es que HuaWei junto a XiaoMi, Lenovo, TCL, Oppo y Vivo representan juntas el 54% de las ventas de smartphones a nivel mundial. Y son empresas chinas.
A principio de este mes, HuaWei, XiaoMi, Oppo y Vivo han decidido formar la Global Developer Service Alliance (GDSA), con el objetivo de crear una plataforma en común para las tiendas de las apps que compita contra Android.
Y es que, aunque Android sea un sistema abierto, es un monopolio de Google. Su Play Store es la tienda de apps más popular del mundo. No tener acceso a la Google Play Store es sinónimo de no tener acceso a la gran mayoría de apps. Cualquier smartphone al que Google decida prohibir la instalación de Android, quedaría fuera del tablero de juego, como fue el caso de HuaWei. Y esto mismo podría pasar con cualquier otra empresa de teléfonos móvil china, al menos que China logre crear su propia tienda de apps con una cantidad de usuarios que compita contra la Play Store de Google.
Mediante la GDSA, China buscará o bien entrar en una nueva negociación que permita a HuaWei volver a tener acceso a Android, o competir con el fin de arrancarle a Google de las manos su monopolio.
Pero la respuesta no se hizo esperar por parte de EEUU. Ante la amenaza de la nueva alianza de las empresas chinas y la luz verde a HuaWei por parte de Reino Unido, el pasado viernes la administración Trump lanzó nuevas acusaciones contra Huawei en las que denuncia al fabricante chino de conspirar para el robo de secretos comerciales y propiedad intelectual de otras empresas, incluidas compañías estadounidenses.
Al día siguiente, el pasado sábado, en la Conferencia de Seguridad realizada en Múnich, el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, argumentó que "Huawei y otras compañías chinas apoyadas por el Estado son caballos de Troya para la inteligencia china". Al parecer, no será sólo HuaWei el único castigado por Washington.
La batalla por el liderazgo en la tecnología 5G y los medios de venta recién está comenzando. EEUU hará todo lo que tenga a su alcance para que China no represente una amenaza contra sus intereses en este terreno. Probablemente sigamos escuchando a funcionarios norteamericanos hablar de espionaje por un largo tiempo. |