Despierta mariposa,
que aún no termina el día,
que el cansancio de la jornada no nuble
las ansias de emprender tu entrañable rebeldía.
Despierta mariposa, que nace la cobardía
de los dueños de nuestras vidas -capitalistas y poderosos-,
cuando demuestras tu coraje, tu ambición
y tu valentía.
Despierta mariposa,
por las que nos fueron arrancadas en pleno vuelo,
por las que no podrán ver ya el nuevo día,
sus nombres son nuestro legado,
un motor de nuestra camaradería.
Despierta y despiértalos, mariposa,
en las fábricas, trenes y refinerías,
que en sus manos yace un nuevo mundo,
el fin de las ollas con hambre, de la miseria y la carestía.
Despierta mariposa,
Pues ¡qué enorme injusticia que en este mundo tan rico
haya solo unos pocos dueños
de nuestro pan de cada día!
Despierta, mariposa,
somos nosotras las madres de millones,
quienes velamos por los hogares del mundo entero,
pues no existe dios que haga tales cosas.
Despierta, mariposa,
por la pelea por el pan y por las rosas,
que haremos nacer y cultivar,
para arrancar nuestra tristeza por siempre jamás.
Despierta, mariposa,
que aún debemos hacer nacer el nuevo día,
por una vida que merezca ser vivida,
por nosotras y por quienes vendrán,
por la emancipación de toda la humanidad. |