Nuevas generaciones se suman a la lucha por los derechos de las mujeres. Así lo mostró el pañuelazo de hoy frente al arzobispado. A pesar de los intentos de desmovilización y la convocatoria de los antiderechos a una marcha en el mismo lugar, más de 2500 personas junto a organizaciones de izquierda decidieron no regalar las calles.
En la tercera provincia con más femicidios del país, se escuchó el grito por Ni Una menos, por la separación de la Iglesia del Estado y por el aborto legal, seguro y gratuito.
La legisladora electa para rotar en la banca del FIT, Noel Argañaraz, señaló:
"En un país, dónde una mujer es asesinada cada 23 hs en lo que va del año y perdimos a 299 compañeras en 2019 decimos que no hay que pagar la deuda fraudulenta e ilegal con el FMI. Esos son recursos que no irán a jubilaciones, a los salarios de las docentes. Tampoco se destinaran los planes de emergencia contra la violencia machista que exigimos desde el primero Ni Una Menos.
A pesar de los intentos de la iglesia de convocar a una movilización y apropiarse del espacio, su convocatoria reunió sólo a unos pocos frente a la catedral.
"En este 8M, volvemos a las calles para exigir aborto legal seguro y gratuito ya, sin dilaciones porque si una vez más está en debate en la sociedad y el Congreso, es por nuestra histórica lucha. A todas las mujeres y personas gestantes, así como a nuestros compañeros que dan la pelea junto a nosotras, a movilizarnos con todo este 9M porque sabemos que los sectores más conservadores de la sociedad como los que se expresaron hoy en la Basílica de Luján, van a hacer todo lo posible, con su lobby clerical", expresó, la concejala por el FIT, Laura Vilches.
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