Los trabajadores de cadenas de supermercados, mayoristas y distribuidoras no sólo extienden sus jornadas laborales, sino que continúan trabajando sin las condiciones mínimas sanitarias. La Izquierda Diario habló con dos trabajadores de distintas cadenas de supermercados y mayoristas de La Matanza y esto fue lo que nos contaron:
“En Vital trabajamos en condiciones totalmente inadecuadas. Desde que se decretó la cuarentena hasta hoy, la empresa no tomó ni una sola medida de prevención para cuidar a los trabajadores. Estamos completamente expuestos, la gente se amontona para hacer compras desesperada y a la patronal parece no importarle. Esto nos pone en peligro porque nos extienden la jornada de trabajo con horas extras como si nada. Los cajeros y los repositores estamos bajo mucho riesgo, no se puede trabajar así”.
Agregó también: “No hay ningún protocolo si uno de nosotros presenta síntomas de coronavirus, simplemente nos dan una aspirina y a seguir. Muchos de nosotros, como yo, tenemos familiares que están entre la población de riesgo y eso no se tiene cuenta. Se ha licenciado a compañeras con hijos pequeños pero no a nosotros que ponemos en peligro a nuestra familia. Opinamos que hay que tomar más medidas. Se tiene que reducir nuestra jornada de trabajo para parar la exposición y hay que licenciar a los compañeros que viven con personas que sean población de riesgo”
Otro trabajador de la empresa Wal-Mart nos cuenta: “La empresa no nos dio kit sanitario ni nada. Además no se consigue alcohol en gel en ningún mercado, ya que hay desabastecimiento y los supervisores nos hacen laburar igual. Tenemos que cubrir varias tareas y están pensando crear otro turno a la noche de 22 a 6 de la mañana por la misma plata. Los delegados están arreglados con la empresa y lo único que pusieron para el plantel de Wal-Mart fue alcohol en gel en el comedor. A nosotros, que somos tercerizados, nos dicen que tenemos que comprar nuestros propios elementos”
En Comercio, la bronca no queda solamente en un reclamo pasivo, sino que se empieza a transformar en respuesta. Grandes mercados y mayoristas se llenan de gente ante el temor al desabastecimiento, pero dueños y gerentes no garantizan que ingresen a comprar de forma ordenada. El sindicato de comercio, que dirige Armando Cavalieri, viene haciendo arreglos con la cámara del sector para que las jornadas de trabajo sean más largas debido a la gran demanda existente, llegando hasta duplicar la carga horaria.
Lo que les queda a los trabajadores es esperar por horas los colectivos para viajar, exponerse al contagio y también poner en peligro a sus familias. A esto además hay que agregarle la presión de sutiles sugerencias por suspensiones, despidos o descuentos de salarios.
Nuestras vidas o sus ganancias
Los primeros días de cuarentena estas cadenas hicieron récord de ventas y aprovecharon el aumento de la demanda para subir los precios de todos los productos en un mínimo de 10$. Según las consultoras Kantar y Nielsen, desde 2015 hasta diciembre de 2019 los grandes mayoristas como Walmart, Carrefour, Coto, Vital y Maxiconsumo pasaron de monopolizar el 4,5% del mercado de alimentos, bebidas, artículos de limpieza y cosmética al 10%.
Según estas consultoras, los mayoristas se vieron beneficiados por la crisis económica y por la pérdida del poder adquisitivo. Esto provocó que muchas familias comenzaran a comprar al por mayor ya que los precios son ligeramente inferiores al valor de supermercados y almacenes. Ahora, los mayoristas cuentan con una doble fuente de ingresos: por un lado son abastecedores de los supermercados y almacenes, y por el otro también son la primera opción de los consumidores minoristas que buscan ahorrar. Los mayoristas representan en el sector comercial a los que menos perdieron durante la caída del consumo de los últimos años en comparación con otras opciones de consumo masivo. ¿Pero no hay plata para garantizar los elementos básicos de prevención para los trabajadores?
Ante la quietud de los grandes sindicatos frente a los atropellos de estas empresas que solo quieren sacar provecho de esta crisis social producida por la pandemia, necesitamos un programa de salida integral ante esta crisis: reducción de la jornada laboral en los trabajos esenciales sin rebaja salarial, comisiones de seguridad e higiene en todos los lugares de trabajo, prohibición de los despidos, reorganización de la producción y distribución de alimentos en base a las necesidades de la población. Nuestras vidas valen más que sus ganancias |